El generalife del norte
El generalife del norte
Junto al de Faramello y el de Meirás, el pazo de Oca es uno de los más representativos de toda Galicia. Bautizado a menudo como el Generalife del Norte o el Versalles Gallego se lo considera el más señorial y mejor conservado de las casas solariegas tradicionales de la región. Perteneciente a la Fundación Casa Ducal de Medinaceli, desde la que Pablo Hohenlohe lidera la casa nobiliaria que rivaliza con la de Alba, el pazo de Oca forma parte de un enorme legado familiar que también incluye la sevillana Casa Pilatos.
El pazo, cuyos jardines datan de la segunda década del XVIII y se pueden visitar a razón de diez euros por persona, cobraba relevancia recientemente por la celebración de una fiesta vip organizada por Cecilia y Allegra Hohenlohe, las bisnietas de la duquesa de Medinaceli. En total fueron 250 los invitados de la alta sociedad los que se reunieron en este emblemático lugar para dar la bienvenida al verano.
Pero dos de ellos llamaron especialmente la atención. En esa celebración fue la última vez que vimos en un mismo lugar a Irene Urdangarin y a Juan Urquijo antes de que se hiciera pública su ruptura sentimental. Ambos jóvenes acudieron junto a sus respectivos amigos y según testigos oculares, cada uno estuvo por su lado y no se les vio juntos en ningún momento.
El monumento de arquitectura pétrea y vegetal que es el Versalles de Galicia está situado en el pueblo pontevedrés de A Estrada y su origen tiene en efecto mucho que ver con la corte francesa. La referencia en su diseño fue el jardín cortesano del barroco que se introduce en España a comienzos del siglo XVIII, con la llegada de arquitectos y jardineros franceses a la corte del primer rey Borbón, Felipe V. El responsable de su construcción fue el VI Señor de Oca, casado con la condesa de Amarante, una de las damas de honor de la reina Isabel de Farnesio.
A este tesoro escondido aún para muchos que se edificó sobre las ruinas de una antigua fortaleza del siglo XV, se accede por una sobria puerta de granito, con una gran torre almenada. A diferencia de su parisino hermano mayor, este conjunto arquitectónico no busca imponerse, sino asentarse con armonía sobre la tierra. Árboles centenarios, los estanques gemelos, las fuentes ornamentales y sobre todo las camelias, azaleas y rododendros que brotan como estallidos de color, hacen que la visita sea imprescindible para los que se acerquen a esta zona.
A lo largo de los años, la espectacularidad de sus jardines, de su palacio y de su iglesia-capilla han atraído la mirada de numerosos directores de cine. Desde Pedro Almodóvar, que lo eligió como uno de los escenarios de La piel que habito, a películas clásicas como La Casa de la Troya de Alejandro Pérez Lugín, que se rodó allá por 1924.
La buena labor de Pablo de Hohenlohe y de la Fundación Casa Ducal de Medinaceli está haciendo que este rincón de Galicia se convierta año tras año en uno de los lugares favoritos de la alta sociedad. Sin ir más lejos, el último domingo de agosto se celebraba allí la tradicional fiesta del Sagrado Corazón, con el duque de Segorbe, Ignacio Medina y Fernández de Córdoba, presidente de la fundación, y la princesa María de la Gloria de Orleans y Bragança, como anfitriones.
En sus jardines, que se pueden alquilar para la celebración de eventos, hemos visto bodas de alto copete como las de la influencer Lucía Bárcena y el empresario Marco Juncadella. Entre los invitados presentes entonces en el pazo de Oca se encontraban numerosos representantes de la aristocracia, como Jaime de Marichalar, así como algunas de las creadoras de contenido más destacadas del panorama nacional: María Pombo, Marta Vidaurreta o Mery Turiel.
Y en mayo del año pasado se daban allí el 'sí, quiero' en una romántica ceremonia Luna Medina de Orleáns-Braganza y Giovanni Rapazzini de Buzzaccarini. La pareja celebró su boda en petit comité, ante tan solo cincuenta invitados, el mismo día que su hijo cumplía su primer año de vida.