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Tras una semana convulsa por las noticias sobre el escándalo sexual en el internado de la princesa Leonor, la heredera al trono de España encara ahora su vuelta a nuestro país para su acto más significativo del año: la entrega de los Premios Princesa de Asturias. El año pasado fue la edición más triste y sobria de los Premios Princesa de Asturias, no solo desde que se conceden en honor de la hija de la reina Letizia y el rey Felipe VI, desde 2015, sino desde que se inauguraron allá por 1981 bajo la tutela del entonces príncipe Felipe. En el año más duro de la pandemia, cuando casi cualquier celebración parecía imposible, los reyes, la princesa Leonor, la infanta Sofía y la reina Sofía se tuvieron que conformar con una ceremonia cercenada, un aforo limitadísimo y hasta un cambio de escenografía, pasando a celebrarse en el salón Covadonga del Hotel de la Reconquista de Oviedo. Este año, sin embargo, se recupera poco a poco parte de su esplendor: vuelve el concierto previo a los Premios, donde Leonor y Sofía han debutado junto a sus padres en el Auditorio Príncipe de Asturias, así como el almuerzo con los premiados horas antes de la gala, que también regresa al emblemático Teatro Campoamor. Y, quién sabe, puede que hasta Paloma Rocasolano presente en sociedad a su nuevo novio.
Desde 1981 estos galardones se han entregado en el Teatro Campoamor de Oviedo. En las primeras ediciones los premios sólo constaban de seis categorías, pero en 1986 y 1987 se instauró el modelo que aún hoy pervive, el que incluye el premio a la Concordia (que este año se lleva el cocinero José Andrés y ya ha dicho que va a donar) y el de los Deportes.
Ganar un premio princesa de Asturias no solo supone un honor para los galardonados, también implica visitar una de las ciudades más bonitas de España, llevarse a casa una escultura de Joan Miró, un premio en metálico de 50.000 euros y una buena cantidad de cotilleos royal.
En los Premios Princesa de Asturias descubrimos a Telma Ortiz, la hermana de la reina Letizia, muy bien acompañada de un misterioso caballero que resultó ser Gavin Bonnar, el padre de su hija. Y en la edición de este año, que retorna al teatro Campoamor (eso sí con un 60% de aforo), tenemos la secreta esperanza de ver entre sus butacas a Paloma Rocasolano ejerciendo de abuela emocionada y del brazo de su interesante novio británico-nigeriano ya que la reina Sofía este año se nos cae de cartel: seguramente ya haya viajado a Atenas para asistir a la boda de Philippos.
Cotilleos y estilismos aparte, la ceremonia de entrega de los Princesa de Asturias es una de las grandes citas anuales para la Casa Real española y sin duda la más importante para la agenda de Leonor aunque, desgraciadamente, no ha podido aprovecharla demasiado hasta ahora. En 2014, cuando su padre se convirtió en rey y ella en princesa no se estrenó en la entrega de premios porque aún no había cumplido ni 11 años.
Hubo que esperar a que sus padres consideraran que estaba preparada para esta responsabilidad, allá por la edición número XXXIX edición de los Premios, para que acaparara todas las miradas. El rey Felipe fue el encargado de entregarlos en nombre de su hija hasta ese momento y quién mejor que él para saber lo que sucede si pones a un niño a dar discursos antes de tiempo: apenas tenía 13 años cuando protagonizó su primera ceremonia en Oviedo.
Leonor se estrenó por lo tanto en 2019, eso sí, por la puerta grande, arropada por su familia, conmoviendo a su abuela materna, visitando el pueblo ejemplar astuariano del año, y dando su primer discurso con abrazo posterior de su hermana la infanta Sofía incluido. Lo que se perdió ese año fue el concierto de la noche anterior a la entrega en el que su madre deslumbró con un top palabra de honor con plumas que aún hoy sigue dando de qué hablar.
La ceremonia de este año intenta recuperar parte de la alegría de la edición de 2019, pero desgraciadamente seguimos en pandemia: los aforos se han recortado a un 60% pero a cambio se han recuperado cosas que se perdieron el año pasado. Por ejemplo, se ha recuperado el Teatro Campoamor como sede de la ceremonia y también el concierto de la noche anterior, que se celebrará en el auditorio Príncipe Felipe de Oviedo, donde este año los Reyes, por primera vez, estarán acompañados de sus hijas. También se recupera la recepción de los galardonados y el almuerzo con ellos el día de los premios (aunque con aforo reducido). Y por supuesto la princesa acudirá a la entrega del premio al Pueblo Ejemplar asturiano de esta edición, que se lleva la localidad de Santa María del Puerto, en Somiedo… aunque aún sin comida con los vecinos.
Entre los premiados en esta edición se encuentran personalidades como Marina Abramović, Gloria Steinem, Teresa Perales, los investigadores de la vacuna del coronavirus… pero sin duda todos los ojos estarán puestos en el desfile de looks que hará la reina Letizia en las múltiples citas asturianas y en la princesa Leonor que dará su tercer discurso como anfitriona de los galardones que llevan su nombre y cuya participación constituirá el primer acto oficial al que acude desde que se fue rumbo a Gales a cursar Bachillerato Internacional. ¿Estamos preparados para lo que se avecina esta semana?
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