Pruebas de fuego: se filtran los detalles sobre el entrenamiento físico de guardamarina de Leonor

Dicen que la felicidad dura poco en la casa del pobre, pero en el Palacio de la Zarzuela tampoco parecen alargarse demasiado los momentos dulces. La felicidad y el orgullo que embargó a los reyes Felipe y Letizia en la graduación de la infanta Sofía, celebrada la semana pasada en el castillo galés de St. Donat (sede del internado UWC Atlantic College), se ha empañado en cuestión de días. Todo a cuenta de una filtración que afecta a la princesa embarcada en el buque escuela Juan Sebastián Elcano: la heredera Leonor.

La filtración que afecta a Leonor llega directamente desde el buque escuela Juan Sebastián Elcano, en el que la heredera surca el Atlántico con destino Nueva York. Digamos que la información problemática que afecta a la primogénita de los reyes Felipe y Letizia no permite trazabilidad, pues se desconoce la fuente. Sin embargo, no es la primera revelación acerca de la vida a bordo que llega a los medios de comunicación españoles. Algunos compañeros guardamarinas de la princesa han hablado.

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La semana pasada, Leonor y algunos compañeros hablaron para el programa 'Españoles en la mar' de Radio Exterior de España y contestaron a algunas preguntas. No nos referimos a estas declaraciones perfectamente controladas por Zarzuela, sino a filtraciones que no tuvieron autorización. Por ejemplo, la entrevista que concedió a Semana una guardamarina anónima, quien desveló algunos detalles sobre las condiciones de vida de la princesa a bordo. Por ejemplo, que la heredera no tiene privilegios.

En realidad, las revelaciones que se ha producido hasta la fecha no han sido problemáticas en ningún aspecto, todo lo contrario que ha sucedido con las imágenes. Recordemos las distintas fotos de Leonor que han llegado a los medios de comunicación sin que Zarzuela hubiera dado su permiso, entre ellas unas instantáneas de la heredera en la playa y en bikini. O tomándose una cerveza en un pub.

Lo que ahora ha llegado a los medios de comunicación, más en concreto a la redacción del digital 'Monarquía confidencial', no empaña en absoluto la imagen de Leonor como guardamarina, se habla de situaciones cotidianas en elinterio del Juan Sebastián Elcano. Esta fuente anónima, a la que se sitúa más en el ámbito de las Fuerzas Armadas que entre los futuros oficiales a bordo de Elcano, ha deslizado que la princesa Leonor ha recibido varias llamadas de atención con los objetivos de ejercicio físico que se realizan en cubierta del buque escuela.

Según esta información, los mandos del Juan Sebastián Elcano habrían apercibido en varias ocasiones a la hija de los reyes Felipe y Letizia por las pruebas físicas, claves en la instrucción militar que ha de superar.

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Podemos imaginar el disgusto del rey Felipe al conocer que han trascendido estas revelaciones acerca de su hija, de la que tan orgulloso se ha mostrado por su valentía al enfrentar su formación militar. Sin embargo, es probable que no le pille de sorpresa: todos los padres conocen las limitaciones de sus hijos.

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Mientras la princesa Leonor se esfuerza al máximo en el estudio y las actividades intelectuales, en los desafíos físicos se advierte cierta resistencia a superarlos. «Lo físico no es su fuerte», afirma una de las fuentes internas que ha hablado con el digital que ha publicado la noticia. Sin embargo, «la relación con sus compañeros es excepcional», añaden.

Es la cara más dura del privilegio real, que obliga a una joven que no posee vocación atlética a desempeñarse en la instrucción militar como un oficial vocacional. Sin embargo, parece que los mandos del buque escuela Juan Sebastián Elcano no le piden marcas a la heredera, sino la mejor actitud. Y en eso gana con creces.

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