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El movimiento más valiente de Felipe y Letizia en Sevilla: se posicionan frente a Trump, a favor de la solidaridad, la igualdad y el colectivo LGTBIQ+

En la última semana, los reyes Felipe y Letizia se han posicionado, con Europa, en los dos frentes de oposición que ha abierto Donald Trump: la solidaridad internacional y el colectivo LGTBIQ+.

Los reyes Felipe y Letizia, en el Patio de Doncellas de los Reales Alcázares de Sevilla. LIMITED PICTURES

Corren tiempos extraordinarios, acaso circunstancias en las que merece la pena recordar cuáles son los valores que unen y cuáles los que separan. Así quiso hacerlo anoche el rey Felipe, ante los jefes de Estado y autoridades internacionales y locales que acudieron a la cena en los Reales Alcázares de Sevilla con la que se inauguró la Cuarta Conferencia Internacional sobre Financiación para el Desarrollo. En su discurso recurrió a una cita del filósofo andalusí Averroes, nacido en Córdoba en el siglo XII:

«En aquel entonces dijo: 'La ignorancia lleva al miedo, el miedo lleva al odio, y el odio lleva a la violencia'. Esta es la ecuación». Estoy seguro de que estarán de acuerdo en que esta ecuación, tan simple como preocupante, puede explicar algunos de los conflictos de nuestro tiempo», dijo el rey Felipe, en presencia del Emir de Catar. «También puede explicar en parte la erosión del mundo multilateral». Y añadió más tarde: «Solo a través de una participación amplia el mundo podrá tener éxito ante los retos globales como el hambre, la pobreza, la igualdad de género, el cambio climático o muchos más».

No es ninguna casualidad que Naciones Unidas eligiera Sevilla, la primera ciudad del norte global que acoge esta Conferencia Internacional sobre Financiación para el Desarrollo. Las razones se volvieron arquitectura en los Reales Alcázares, un conjunto palaciego en el que se sobreponen restos visigodos, arquitecturas almohades, góticas, renacentistas y barrocas. Un entendimiento de lenguajes que, ahora mismo, parece fuera del alcance de las grandes potencias. Tampoco fue casualidad que no acudiera Donald Trump.

Había una importante razón para que Letizia se cubriera de oro anoche en los Reales Alcázares de Sevilla: todos los allí reunidos, 70 jefes de Estado y representantes de 150 países, debían acordar cómo encarar la disminución de la ayuda global que cayó un 7% en 2024, lo que pone fin a un ciclo alcista que comenzó en 2019. Se calcula que puede caer entre el 9% y el 17 % este 2025, gracias también a la oposición de Donald Trump a contribuir a los fondos solidarios globales.

Donald Trump no cree en la solidaridad global

A su llegada a la Casa Blanca, Trump puso fin a la participación de Estados Unidos en foros internacionales clave, como la Organización Mundial de la Salud (OMS), y salió del Acuerdo Climático de París. Además, anunció un recorte en sus programas de cooperación internacional del 92% y de casi 60.000 millones de dólares y desmanteló la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), que prestaba ayuda a más de 100 países en todo el mundo.

Cuando los reyes Felipe y Letizia saludaron a los invitados a la cena en los Reales Alcázares sabían sobradamente que Donald Trump no asistiría a la Conferencia y que, de esta manera, se situarían enfrente de sus políticas. Justo lo contrario que trataron de hacer los reyes Guillermo y Máxima de Países Bajos la semana pasada, cuando recibieron al presidente de Estados Unidos en La Haya para discutir la contribución de Europa al Tratado del Atlántico Norte (OTAN).

El rey Felipe, durante su discurso en los Reales Alcázares de Sevilla, con motivo de la Cuarta Conferencia sobre Financiación a la Cooperación de la ONU. LIMITED PICTURES

La cuestión de la gestión de la deuda de los países pobres y las posibilidades de ayuda a los mismos no fue, sin embargo, lo único que distanció a Donald Trump de Sevilla y, por tanto, de los reyes Felipe y Letizia. El presidente de Estados Unidos no firmará el llamado Compromiso de Sevilla, con las disposiciones que traten de auxiliar al sur global, pero tampoco quiso admitir ninguna de las llamadas 'cuestiones de género', como temas relativos al empoderamiento femenino, la perspectiva de género o la feminización de la pobreza.

No es ninguna sorpresa que los Reyes se posicionen a favor de la igualdad y la solidaridad, pues ambos valores han formado siempre parte de un subtexto que se ha repetido de una u otra manera en los últimos años. Quizá más desde el afianzamiento de la reina Letizia en Zarzuela, con la proclamación de Felipe VI en 2014, y más aún con la mayoría de edad de la princesa Leonor. Ahora, además, la marcha atrás de Trump en estas cuestiones reclama aún más contundencia.

El rey Felipe no ha ocultado su flechazo con EEUU

No son estos gestos los que permiten escudriñar un afianzamiento de la posición de los reyes Felipe y Letizia en un hipotético frente anti Trump al que se pueda sumar Europa. O, al menos, la Europa que conocíamos. La semana pasada, los monarcas dieron otro paso significativo al aceptar la Presidencia de Honor del Top Líderes LGBTI+ 2025, convocado por la Red Empresarial por la Diversidad e Inclusión LGBTI. Puede ser el gesto de apoyo al colectivo más importante desde que inauguraran su reinado.

Se cumplen ahora 30 años del noviazgo de Felipe de Borbón, entonces Príncipe de Asturias, que llevó al país a soñar con una reina estadounidense. Ella se llamaba Gigi Howard y vivía como la clase media de la Manhattan de los 90. El romance duró solo dos años pero certificó una historia de amor aún más larga del Rey con Estados Unidos, más en concreto con Washington y su universidad, Georgetown. Felipe VI celebró este año el 25 aniversario de la cátedra que lleva su nombre en dicha universidad, seguro uno de los destinos que barajó para Leonor. Una pena que el giro de Trump, con recortes a las universidades incluidas, obliguen a renunciar a tanto.