LA REINA Y LA ESFINGE
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Había expectación ante el viaje de Estado de los reyes Felipe y Letizia a Egipto, a pesar de que los fastos habituales en países europeos no son habituales allí. Efectivamente: sabíamos que no contaríamos con el banquete de gala de rigor ni con tiaras y condecoraciones. Y, de alguna manera, la sobriedad con la que se está conduciendo esta visita realza más si cabe el discurso que Felipe VI dio en la recepción a una representación de la comunidad española residente en aquel país. No es este un viaje que abrace las florituras estéticas.
Con todo, la reina Letizia logró cumplir y exceder las expectativas con su proverbial elegancia. Ayer, su vestido blanco prácticamente de novia logró casi la misma viralidad que el discurso del rey Felipe. Son dos lenguajes y dos mensajes incomparables, es cierto, pero así es la cruda realidad del contenido digital. Y tanta dignidad lleva uno en sus palabras como otra en su presencia, pensada para realzar la imagen de la Corona fuera y dentro de nuestras fronteras.
Este cuidado de las palabras y de la indumentaria, la delicadeza con la que se diseña cada aparición y cada frase, contrasta a veces con las imágenes que atestiguan todo ese trabajo. Había tanto deseo de contemplar a los Reyes en un contexto internacional (llevaban nueve meses sin visitas de Estado), que las redes han clamado durante todo el día por más y mejores imágenes. Pero, insistimos, el tono general está siendo el de la sobriedad. Incluso en la salida nocturna de los reyes Felipe y Letizia de anoche.
Lo de anoche podría haber sido una cita de luna de miel o de bodas de plata, pero el plan no era para una pareja sino para dos. Los reyes Felipe y Letizia acompañaron al presidente egipcio, Abdelfatá Al Sisi, y la primera dama, Entissar Amer, en una salida muy deseada por el monarca. Así se lo confesó a Al Sisi durante el almuerzo de ayer en el Palacio de Al-Ittihadiya: tanto él como la Reina deseaban «ver la luz del atardecer en las pirámides de Guiza», tal y como relató Angie Calero, enviada especial a El Cairo de ABC.
Efectivamente: el rey Felipe no conocía las pirámides y, anoche, por fin pudo contemplar los templos de Keops, Kefrén y Micerinos. Todos iluminados, además, por tecnología española, de ahí la salida nocturna, que ha modernizado tanto iluminación como seguridad. De hecho, la noche comenzó precisamente con una cena en el majestuoso hotel Mena House, con vistas a las emblemáticas pirámides de Guiza.
No es nada extraordinario que Abdelfatá Al Sisi, presidente de un país que posee la única de las siete maravillas del mundo antiguo que sobrevive, acompañe a sus ilustres visitantes a hacer turismo. Anoche acompañó a los reyes Felipe y Letizia a visitar la Gran Pirámide de Giza, precisamente esa maravilla superviviente, pero en otra ocasión llevó a su homólogo francés, Emmanuel Macron, a un zoco, tal y como relató en El País Marc Español.
Con todo, la espectacularidad del trabajo de los técnicos y empresas españolas al servicio de la iluminación de las pirámides de Giza no lució como merecía, al menos en las fotos que llegaron desde El Cairo. Achaquémoslo a la sobriedad de este viaje de Estado, aunque no deja de ser una pena que los fantásticos escenarios cairotas y, por qué no decirlo, los alardes de moda de la reina Letizia no puedan admirarse en todo su esplendor.
La agenda para hoy llevará a los reyes Felipe y Letizia a Luxor, aunque antes la Reina inaugurará una muestra fotográfica del egipcio Mohamed Mahdy y la española Laura Silleras sobre la Ciudad de los Muertos en el complejo cultural de la Mezquita del Sultán Al-Ashraf Qait Bay. Ya en la capital de los faraones, los Reyes visitarán el templo de Hatshepsut, la mujer que más tiempo estuvo en el trono y que alcanzó el rango de faraón, en el Valle de los Reyes.
El viernes, los reyes Felipe y Letizia realizarán un recorrido por el Museo de Luxor, en el que los arqueólogos españoles Myriam Seco y José Manuel Galán les mostrarán piezas arqueológicas halladas durante las excavaciones que han llevado a cabo en sus respectivas misiones arqueológicas y que se encuentran actualmente expuestas en el museo.
HORÓSCOPO
Como signo de Fuego, los Sagitario son honestos, optimistas, ingeniosos, independientes y muy avetureros. Disfrutan al máximo de los viajes y de la vida al aire libre. Son deportistas por naturaleza y no les falla nunca la energía. Aunque a veces llevan su autonomía demasiado lejos y acaban resultando incosistentes, incrontrolables y un poco egoístas.