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PALACETE DE VERANO

El Palacio de Mon Repos por el que la reina Sofía aún siente nostalgia: así es la joya perdida de la familia real griega

Se convirtió en palacete de verano de la realeza griega a mediados del siglo XIX. Hoy pertenece al Estado, como Tatoi, y está abierto al público, pero sigue conservando su estilo romántico y el halo de un tiempo feliz.

Doña Sofía de Grecia, en una imagen de archivo. GTRES

Su nombre francés, «Mon repos», que significa «Mi descanso», describe bien este palacete de estilo neoclásico enclavado en lo alto de la colina Analipsisde, en el centro de un gran parque de 26 hectáreas, frente al mar Jónico, a dos kilómetros al sur del centro de la pequeña ciudad de Corfú. De hecho, ocupa, según los historiadores, el centro de Paleopolis, la antigua villa de Corfú.

Aquí descansaron en los veranos los reyes de Grecia. Hoy, el edificio y el parque están abiertos al público y albergan un Museo Arqueológico, punto de visita obligada para los turistas. Pero este antiguo lugar de esparcimiento de la realeza griega sigue siendo un remanso de paz, con más de 2.000 especies de plantas, árboles y flores y cientos de restos arqueológicos, entre ellos los de la Iglesia de Aghia Kerkyra, construida sobre los cimientos de un anfiteatro romano. La villa y el parque pertenecen al Estado.

«Mon repos» es conocido porque fue encima de la mesa de su comedor principal donde vino al mundo Felipe, duque de Edimburgo, esposo de la reina Isabel II, nacido príncipe de Grecia y Dinamarca, fallecido en 2021 a los 99 años. Era nieto del rey Jorge I de Grecia, el primer rey de la dinastía Schleswig-Holstein-Sonderburg-Glücksburg, y primo segundo de la reina Sofía, bisnieta de Jorge I. Recientemente, se descubrió el certificado de nacimiento del príncipe Felipe en el archivo municipal de Corfú. En este palacete también nació Alexía de Grecia, hija de Constantino y Ana María, en 1965.

Protectorado británico

Este elegante lugar de descanso comenzó a construirse en 1828. En un principio la villa fue construida como residencia de verano para los gobernadores británicos de las islas Jónicas –que eran entonces un protectorado–. Es una construcción de estilo neoclásico que siguió los planos del arquitecto Sir George Whitmore, el mismo que diseñó el Palacio de San Miguel y San Jorge en la plaza Spianada de Corfú.

El Alto Comisionado británico de los Estados Unidos para las Islas Jónicas, Frederick Adam, y su segunda esposa, Diamantina Palatino, originaria de Corfú, fueron los primeros residentes, entre 1828 y 1831, cuando Adam fue trasladado a la India. Se cuenta que el palacete fue un regalo para su esposa. En 1833, se fundó en la villa una escuela de bellas artes y el parque se abrió al público.

Palacio de Mon Repos, en Corfú. D.R.

En 1864, cuando las Islas Jónicas se unificaron con el Estado griego, el edificio fue regalado al rey Jorge I de Grecia. Fue él quien bautizó el palacete y la finca como «Mon repos». Allí pasaba los veranos la familia real y los jóvenes príncipes disfrutaban de la brisa marina, de los frondosos bosques y aprendían a nombrar flores y plantas.

Pero la historia de «Mon repos» no sólo está relacionada con la realeza griega: la primera residente real fue la emperatriz Sissi. Se alojó en la villa en 1863 en uno de sus numerosos viajes a las islas. Le apasionó tanto su estancia en la isla que decidió construir un palacete propio, el Palacio Achilleion, cerca del pueblo de Gastouri, a unos cinco kilómetros al sur.

Don Juan y María de las Mercedes en Corfú

A lo largo de los años, las paredes de «Mon repos» han recibido a primeros ministros, huéspedes reales, gobernadores y presidentes. Una anécdota curiosa es la del ala de invitados que fue bautizada informalmente como «Tito», por las frecuentes estancias en ella del líder yugoslavo Josip Broz Tito, en los años cincuenta. Durante la ocupación alemana, en la Segunda Guerra Mundial, el palacio fue residencia de verano del comandante italiano de las Islas Jónicas, Pierro Parini.

Tras la guerra, los aliados devolvieron la propiedad a la familia real griega que siguió utilizando el edificio como palacio de verano. Fue en «Mon repos» donde pasaron unos días, en el verano de 1961, Don Juan y doña Mercedes con su hijo Juan Carlos, invitados por los reyes Pablo y Federica de Grecia para afianzar la relación del joven «Barcelona» con la princesa Sofía.

María de las Mercedes de Borbón y Orleans, madre de don Juan Carlos. GTRES

Sin embargo, al igual que el Palacio de Tatoi, donde está enclavado el cementerio real, «Mon repos» no pudo permanecer en las manos de la familia real, obligada a marchar al exilio en 1967. Tras la proclamación de la República Helénica en 1974, ambos palacios y sus parques y jardines volvieron a ser propiedad pública. En la actualidad, Tatoi está siendo acondicionado para albergar un museo sobre la realeza griega.

El ex rey de Grecia, Constantino II, las reclamó como parte de su fortuna personal. La disputa llegó al Tribunal Europeo de Derechos Humanos, que, en 1991, ordenó al Estado griego indemnizar al rey exiliado, aunque la indemnización no alcanzó ni el 1% del valor de la finca de «Mon repos».