UN GRAN MOMENTO
Todas las miradas están puestas ahora en la Gran Duquesa Estefanía de Luxemburgo, después de la abdicación y, por lo tanto retirada, de los Grandes Duques Enrique y María Teresa, cuyo reinado estuvo salpicado por diversos escándalos, especialmente el informe Waringo, en el que quedaba acreditado el estrés al que se veía sometido el personal de palacio y lo difícil que les resultaba trabajar a sus órdenes. Todo lo contrario de lo que asegura la sombrerera española Sylvia Martínez, quien se deshace en elogios hacia ella.
Ahora Estefanía de Luxemburgo, felizmente casada con el Gran Duque Guillermo, parece que va a seguir los pasos de su suegra pero con sustanciales cambios. En este tipo de circunstancias, su imagen es fundamental, y tanto la prensa del corazón como la crónica social e incluso las revistas de moda están muy pendientes de ella. Comienza una nueva vida, muy distinta a la de los años precedentes. Su figura crece exponencialmente.
Por eso se ha situado en primer término la figura de Sylvia Martínez, sombrerera española que ha trabajado estrechamente con Estefanía de Lannoy, su nombre de soltera, para que esté siempre impecable, especialmente en estas fechas históricas en las que la prensa internacional estaba muy pendiente de lo que acontecía en este pequeño país del Benelux. Su impresionante fortuna, por cierto, siempre ha estado también en el punto de mira. También el carácter de su suegra, una mujer de vida fascinante y, al parecer, formas que no le dejan en muy buen lugar.
El 3 de octubre de 2025, el día en que llegó al trono su marido, el Gran Duque Guillermo de Luxemburgo, la Gran Duquesa Estefanía optó por tonos pastel, blanco crema y azul suave, mientras que tres días más tarde, para asistir al tradicional Te Deum en la catedral de Luxemburgo, optó por el granate, mucho más llamativo.
La elegancia de Estefanía de Luxemburgo
Para esta ocasión tan especial optó por un vestido abrigo con cinturón a juego, zapatos de Sergio Rossi y un sombrero diseñado por la propia Sylvia Martínez, quien explicaba en una entrevista para el portal Vanitatis que recibió una llamada de la secretaría de Estefanía de Lannoy para encargarle un sombrero forrado con la misma tela que su vestido que debía estar preparado para el 1 de octubre.
La sorpresa se la llevó cuando se enteró que era para la entronización del Gran Duque Guillermo de Luxemburgo. No era la primera vez que colaboraba con Estefanía de Lannoy, porque años atrás ya había creado otro tocado para ella que había lucido en la Fiesta Nacional, que se celebra el 23 de junio.
Sylvia Martínez lleva establecida en Francia 16 años y se muestra muy satisfecha de su colaboración con la Gran Duquesa Estefanía de Luxemburgo, que viene de muy atrás. En efecto, en la prensa especializada dejó constancia de su primera colaboración para el Te Deum del Día Nacional de Luxemburgo de 2019. Asegura que cada proyecto supone para ella una gran responsabilidad y también es algo estresante, porque quiere asegurarse de que quede satisfecha con el resultado final.
Sobre cómo es la flamante Gran Duquesa Estefanía de Luxemburgo destaca que «es una persona muy agradable y amable, siempre me ha recibido con una sonrisa y una actitud muy naturales, es muy humilde», según recoge la entrevista del meido citado.
Otra de las cuestiones que desvela la nuera de la Gran Duquesa María Teresa de Luxemburgo, quien le deja en herencia un impresionante joyero, es que en las reuniones que mantienen en el castillo para hablar de sus encargos le da absoluta libertad, lo que es crucial para su creatividad.
Tras Estefanía de Lannoy, un deseo para Letizia
Un sueño que le queda cumplir es hacer un sombrero para la reina Letizia. Seguro que es cuestión de tiempo que se haga realidad. Profesionalidad y proyección no le faltan a la estilista española. En su página web podemos leer que creó la firma para que los hombres y mujeres a los que les guste reafirmar su estilo e individualidad puedan hacerlo. Se refiere a todas esas personas que se atreven a ser ellos mismos, a aceptar sus diferencias y los aspectos únicos de su personalidad.
La modista y sombrerera tiene muy claro que un sombrero es un accesorio que irradia carácter y aporta el toque final a un atuendo, tanto a personas comunes como a un monarca. Según su criterio, expresan lo que queremos comunicar al mundo. Piensa que sus creaciones aportan optimismo y confianza en uno mismo. No solo en eventos especiales sino también en el día a día.
Sylvia Martínez ama sus sombreros, tocados y bisutería. Son artesanos y combinan materiales y técnicas tradicionales de sombrerería con un enfoque contemporáneo. Es una adalid de la moda responsable y sostenible, en contraposición de la moda de usar y tirar. Realiza ediciones limitadas, atemporales y hechas a medida. A veces incluso utiliza materiales vintage.
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