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JOYERO ROYAL

La impresionante colección de tiaras que Ingrid de Noruega heredará: esmeraldas, diamantes y la diadema más moderna

La monarquía noruega conserva uno de los joyeros reales más valiosos de Europa. Entre sus piezas más emblemáticas están múltiples tiaras, muchas con origen en otras casas reales. La princesa Ingrid ya heredó una de ella por su 18 cumpleaños, pero aún puede disponer de otras de la reina Sonia o Mette-Marit.

La reina Sonia de Noruega luciendo la tiara de esmeraldas. GTRES

La actual monarquía noruega es relativamente reciente, aunque los orígenes de Noruega como nación se remontan al siglo X. El país fue parte de los reinos de Suecia y Dinamarca y se independizó en 1905 y, desde entonces, es una monarquía constitucional. En contraste, la familia real noruega posee uno de los joyeros más antiguos e importantes de Europa.

Destacan, sobre todo, las tiaras, espectaculares piezas históricas que pasarán, con toda probabilidad, a manos de la princesa Ingrid Alexandra, aunque su tía, la princesa Marta Luisa quizá herede alguna. Por su 18 cumpleaños, la heredera ya recibió como regalo la llamada Tiara Boucheron de Perlas y Círculos, que lució en el baile de gala que tuvo lugar para celebrarlo en el palacio real de Oslo, el pasado mes de marzo.

Está compuesta por una guirnalda de círculos de platino y diamantes entrelazados y decorada con perlas. Perteneció a la princesa Ingebord de Suecia, bisabuela de Ingrid Alexandra. Su marido, Carlos de Suecia se la regaló con motivo de un viaje a París para ver la Exposición Universal. Esta tiara tiene un alto valor sentimental, porque la lucieron la princesa Marta de Noruega y la princesa Margarita de Dinamarca. La heredó la princesa Ragnhild, hermana del rey Harald, que al fallecer dejó dicho que la tiara fuera para el joyero real.

Ingrid de Noruega, la heredera más discreta de Europa gtres

Pero Ingrid Alexandra podrá elegir entre un gran número de tiaras el día de mañana. Hoy las llevan la reina Sonia, su abuela, y la princesa Mette-Marit, su madre. Muchas de ellas hablan de la historia de Noruega, pero también de la relación con las casas de reales de países vecinos.

La tiara de esmeraldas

Esta espectacular joya perteneció a la emperatriz Josefina, esposa de Napoleón. Es la tiara favorita de la reina Sonia y solo ella puede lucirla. Está compuesta por diamantes y esmeraldas, que forman cuadrados y rombos. Forma parte de una «parure» con collar, pendientes y dos broches, elaborada por el joyero francés Bapst. Josefina legó el aderezo a su nieta, la reina Josefina de Suecia y Noruega, que se la dejó en préstamo en varias ocasiones a su nuera y sucesora, la reina Sofía.

La tiara de esmeraldas. GTRES

En 1911, Sofía se la prestó a la princesa heredera Margarita de Suecia, para la coronación del rey Jorge V del Reino Unido, en Londres. A su muerte, en 1913, la Reina Sofía legó la «parure» a su tercera nuera, la Princesa Ingeborg de Dinamarca, que, en 1937, se la prestó a su hija, la Princesa heredera Marta de Noruega, para otra coronación real en Gran Bretaña, la de Jorge VI.

Antes de dejar Noruega, huyendo de la ocupación nazi, Ingebord le entregó a Marta el aderezo para que pudiera venderlo en caso de necesidad. Afortunadamente no hizo falta y las joyas regresaron a Noruega con Marta, que las lució, en 1953, en la coronación de Isabel II. La tiara de diamantes de Josefina

Creada originalmente en Suecia para la reina Josefina de Leuchtenberg, reina de Noruega y Dinamarca, pasó más tarde a la Casa Real de Noruega. Primero, la heredó su nieta, la reina Luisa de Dinamarca, esposa de Federico VIII, quien se la legó a uno de sus hijos, el príncipe Gustav, a través del cual llegó a manos de su hermana, la princesa Thyra, que se la legó a su sobrina, Marta de Suecia, esposa del rey Haakon VII de Noruega.

Es la segunda pieza más importante de la colección noruega. Es una diadema bastante alta, al gusto de los diseños de la segunda mitad del siglo XIX. Está compuesta por motivos florales, con ramas de laurel, guirnaldas y rosetones simétricos de diamantes, plata y oro. Desde su boda, en 1968, solo la ha lucido la reina Sonia.

La tiara de la cruz maltesa. gtres

La tiara de la cruz maltesa

Está formada por tres piezas desmontables en forma de cruces maltesas, intercaladas con motivos vegetales. La del centro contiene un gran diamante. Realizada, en 1910, en Londres, para la reina Alejandra de Dinamarca, esposa de Eduardo VII del reino Unido, por el joyero Garrard, fue regalada a su hija Maud, futura Reina de Noruega. Está inspirada en la Corona de Estado de Jorge IV, considerada una de las joyas más importante de los Windsor.

Se puede llevar de muchas maneras: al estilo «bandeau» o combinando de distintas formas las cruces. La reina Maud la lució en la coronación de su sobrino, Jorge V de Reino Unido, en 1937. No es muy del gusto de la reina Sonia, que la ha lucido en muy pocas ocasiones y casi siempre llevando solo la base. Fue así como la lució la princesa Marta Luisa en los años noventa.

La tiara de diamantes de la Reina Maud

Esta tiara fue un regalo de boda para la reina Maud, en 1896, pero no de su familia sino de un grupo de aristócratas y amigos. Es de gran tamaño, con dos círculos de diamantes y otros más grandes en la parte superior. Se puede transformar de muchas maneras: los diamantes de la parte superior se pueden sustituir por perlas en forma de lágrima o por turquesas, muy de moda a finales del siglo XIX y comienzos del XX.

Es la princesa Ragnhild, hermana mayor del rey Harald, quien la heredó y la devolvió, en 2013, al joyero real. No la han lucido ni la reina Sonia ni las princesas de la familia real. La reina Maud la llevó en la coronación de su padre, el rey Eduardo VII.

La tiara de perlas de la Reina Maud. gtres

La tiara de perlas de la Reina Maud

Esta formada por valiosas perlas, en forma de pera siguiendo la moda de la segunda mitad del siglo XIX. Van disminuyendo de tamaño hacia los laterales. Fue creada en 1896 como regalo de boda de los entonces príncipes de Gales a su hija Maud cuando contrajo matrimonio con el príncipe Carlos de Dinamarca. Al fallecer ésta, no volvió a verse en público hasta la llegada de la reina Sonia. Llegó al joyero de la realeza noruega, cuando Carlos –con el nombre de Haakon VII– y Maud fueron nombrados reyes. La tiara permaneció mucho tiempo guardada en el castillo de Windsor, tras un viaje privado de Maud a Inglaterra para limpiar sus joyas.

Maud falleció de un infarto estando en Londres, por lo que nadie hizo caso al joyero, que sólo se recuperó, en 1953, cuando su hijo, el rey Olav V y su nuera, la princesa Marta de Suecia, acudieron a la coronación de la reina Isabel II. Sin embargo, la tiara que lucen hoy la reina, su nuera Mette-Marit y su hija Marta Luisa –que la usó en su boda– no es la original, porque ésta fue robada. Ocurrió cuando se llevó a restaurar, en 1995, a la joyería Garard, que la había creado originalmente.

Los ladrones forzaron la caja fuerte de la joyería por la noche. Se sospechó de alguien de dentro, pero a día de hoy, sigue sin saberse el paradero de la joya. Garrard hizo entonces una réplica que es la que lucen hoy las mujeres de la familia real. Es, a pesar de todos estos avatares, la tiara favorita de la reina Sonia. Se puede lucir en dos tamaños, dependiendo de la montura.

Tiara-collar de amatistas. GTRES

Tiara-collar de amatistas

Esta tiara data de la segunda mitad del siglo XX, probablemente en los años noventa, y forma parte de un aderezo que incluye pendientes, broches y pulsera. Es una de las favoritas de la princesa Mette-Marit. Esta compuesta por varios rosetones de amatistas montados en brillantes y diamantes de talla pera. Fue un regalo del rey Harald a la reina Sonia, que suele usarla, sobre todo, como collar, como hizo en el baile prenupcial de Haakon y Mette-Marit, en 2002. Los reyes se la entregaron a Mette-Marit como regalo tras el nacimiento de su hija Ingrid Alexandra, en 2004.

La tiara de las margaritas. gtres

La tiara de las margaritas

Fue un regalo de los reyes Harald y Sonia a Mette-Marit el día de su boda con el príncipe Haakon, el 25 de agosto de 2001, en la lglesia de Nuestro Salvador de Oslo. Fue creada en 1910 y es de platino, oro blanco y diamantes que forman una corona de 23 pequeñas flores decoradas en el centro con un diamante talla brillante. Es la tiara que llevó Mette-Marit de novia al estilo medieval, perfecta para el romántico vestido que lució, en crepé de seda natural, obra del noruego Ove Harder Finseth, inspirado en el vestido nupcial de la reina Maud. Es la tiara que Mette-Marit utiliza con más frecuencia.

Tiara de Vifte. GETTY

Tiara de Vifte

Se cree que esta diminuta tiara fue un regalo de su abuela, la reina Victoria, a la reina Maud por su decimo octavo cumpleaños, aunque otras versiones atribuyen el regalo a los Rothchild con motivo de la boda de la princesa. Vifte significa abanico. La reina Maud la utilizó, en el funeral de la reina Victoria en 1901, y en el jubileo del rey Haakon VII, en 1930. Tras la muerte de la reina Maud y de la reina Marta, la tiara permaneció sin usar hasta las décadas de 1960 y 1970. Sonia la lució en varios eventos. Mette Marit la recibió como regalo de bodas y la ha utilizado como collar.

Tiara dorada moderna. GTRES

Tiara dorada moderna

Es la joya más reciente del joyero noruego. Se trata de una espléndida joya en oro cepillado de diseño contemporáneo. Fue un regalo del rey Harald a la reina Sonia por su 60 cumpleaños. Tiene un aire «kokoshnik» –los tocados tradicionales rusos– y está formada por varias piezas encajables de oro amarillo salpicadas de diamantes y con dos gemas incrustadas en el centro. Puede lucirse con diamantes, topacios de color naranja o turmalinas verdes. Forma parte de un aderezo de pendientes y collar.