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La reina del raw

La premisa de la alimentación viva o ‘raw food’ es comer productos crudos para conseguir una dieta más saludable. Te contamos los secretos de la dieta crudivegana y todos los beneficios de un alimento por el que querrás ponerla en práctica cuanto antes: el salmón.

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Ana López-Varela

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Alimentarse a base de productos crudos o, al menos, no cocinados a más de 45ºC es el mantra de la dieta raw food. Sus incondicionales –con Demi Moore, Natalie Portman, Robbie Williams, Madonna, Gwyneth Paltrow, Beyoncé o Sting entre los adeptos confesos más mediáticos– garantizan que evitar la cocción reporta incontables beneficios para la salud. Eso sin olvidar que requiere muy poco tiempo para preparar el menú y lo efectivo que resulta para adelgazar. Suprimir la comida procesada y otros ingredientes como el almidón, los azúcares refinados, el aceite o las grasas animales se nota rápidamente en el peso. Además, ingerir alimentos crudos aligera la digestión y minimiza la hinchazón abdominal. Y, según aseguran, también es un buen remedio contra el acné, ayudando a eliminar las impurezas de la dermis. Sus fieles también subrayan que siguiendo este tipo de alimentación es posible alcanzar un estado de salud mental más positivo. Incluso tiene su labor social y ecológica. Al usar productos orgánicos, locales y frescos, se reducen la cantidad de desechos y el uso de recursos naturales, además de apoyar a los productores locales que apuestan por el desarrollo sostenible.

El salmón Calidad y Origen de Carrefour se cría sin aplicar tratamientos antibióticos, en los fiordos noruegos, dentro de granjas que tienen la certificación de buenas prácticas.

Entre los alimentos del movimiento raw food o crudivorismo priman los de origen vegetal (como verduras, hortalizas, frutas, tubérculos), granos de cereal, legumbres, semillas, frutos secos, algas y productos derivados de estos nutrientes tales como aceite (de presión en frío) aunque también se pueden incluir carnes y pescados crudos o semicocinados. Y en esta categoría hay un ingrediente estrella: el salmón. Especialmente si ha sido criado de la forma más natural posible. Como el salmón Calidad y Origen de Carrefour en su línea Act For Food, un compromiso con el que la cadena de supermercados quiere democratizar la alimentación biológica y garantizar la sostenibilidad y trazabilidad de sus productos. El salmón CyO Carrefour se cría sin aplicar tratamientos antibióticos, en los fiordos noruegos, dentro de granjas que tienen la certificación Globalgap –norma internacional de buenas prácticas– donde la selección de los piensos y la baja densidad de animales garantizan el bienestar de la especie y su calidad. Desde el punto de vista nutricional, es una fuente de proteína de alta calidad, vitaminas y minerales (incluyendo potasio, selenio y vitamina B12) y destaca por su alto contenido en ácidos grasos Omega 3, unas grasas saludables que ayudan a mantener el sistema cardiovascular y las arterias en un estado óptimo y a disminuir los niveles de colesterol. Sirva como dato que de una ración de 120 gramos de salmón al horno o a la parrilla se pueden obtener al menos 2 gramos más de grasas Omega 3 –la cantidad normal conseguida por todos los alimentos ingeridos a lo largo de varios días por un adulto promedio–. Todo eso sin olvidar su sabor, intenso y delicioso, y su interesante textura.

Apto para dietas y para sorprender, el salmón es sano y, sobre todo, versátil. Se puede comprar como filete, fresco, congelado, enlatado o ahumado. Las recetas raw con este pescado son un éxito asegurado. Puedes comerlo en sashimi o niguiris en tu restaurante japonés favorito, probar a marinarlo, comerlo ahumado, prepararlo en una Tosta de aguacate con granada y queso de cabra o montarte un brunch de salmón, aguacate y crema batida. 

Las recetas ‘raw’ con salmón son un éxito asegurado. Puedes comerlo en sashimi, marinado, ahumado, en una tosta con aguacate o al papillote.

Aunque para seguir las pautas de la alimentación viva no es necesario ingerir todo absolutamente crudo, si no procesando los alimentos para lograr legumbres o brotes germinados, vegetales deshidratados, carnes y pescados macerados, quesos y yogures naturales… Así, si eres más tradicional, puedes empezar con recetas de cocción rápida como un lomo de salmón en papillote o cocinado con crema de naranja y zanahoria.

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Este contenido ha sido desarrollado por Content Factory, la unidad de contenidos de marca de Vocento, con Carrefour. En su elaboración no ha intervenido la redacción de este medio.