Como cada año, la final masculina de Wimbledon es una de las más esperadas para los amantes del tenis. Este año por partida doble para los españoles con todas las expectativas puestas sobre Carlos Alcaraz, que se bate en duelo frente al número uno del mundo, el tenista italiano Jannik Sinner, y al que también ha ido a apoyar el rey Felipe VI.
¿La otra gran protagonista en las gradas? Kate Middleton, que, ha deslumbrado en su segundo día en Wimbledon (ya entregó ayer el trofeo en la final femenina con un bonito vestido blanco plisado y joyas de Cartier), con un espectacular look que no nos ha dejado indiferentes.
Entre los looks de famosas en Wimbledon que han acudido a la final este domingo, como Nicole Kidman, Anna Wintour o Natalie Portman, el estilismo de la princesa de Gales vuelve a colarse en el top número uno de nuestros favoritos porque encaja a la perfección con su gusto y estética, y porque la consagra, de nuevo, como una de las grandes referentes de estilo royal.
Y lo ha conseguido con una pieza central, el protagonista de su look: un precioso vestido midi en color azul vibrante para hacer el guiño a Diana de Gales (era uno de sus colores favoritos y con el que vistió en infinidad de ocasiones) y al que no le falta detalle. Tiene un perfecto escote en V, la cintura ceñida para marcar la silueta y hacer que le siente como un guante, una falda de vuelo junto por encima de los tobillos, manga corta y hombreras.
Para completar el vestido, un detalle que marca la diferencia: un lazo XXL sobre el hombro con el que vuelve a hacer guiño al broche que lleva en el otro lateral. Otro lazo verde oscuro y morado más pequeño que está reservado exclusivamente para los miembros del All England Club, del que forma parte desde 2016, cuando fue admitida oficialmente por la reina Isabel II, símbolo de pertenencia y tradición con el torneo más prestigioso del tenis mundial.
Para las joyas, la duquesa de Cambridge ha repetido con el reloj Ballon Bleu de Cartier que le regaló el príncipe Guillermo con motivo de su tercer aniversario de bodas, su icónico anillo de compromiso en la misma mano, y los pendientes Trinity Earrings, también de Cartier.
En cuanto al colgante, que se deja ver muy llamativo gracias al escote del vestido, se trata de una exclusiva pieza de la firma Daniella Draper, concretamente el modelo Luxury Forever, que está elaborado con oro amarillo sólido reciclado de 9 quilates y ha sido engastado a mano con cariño con ocho brillantes diamantes para crear una pieza verdaderamente llamativa. Tiene un precio de 3.500 euros.
En cuanto a look beauty, Kate se ha mantenido fiel a sus básicos de belleza: piel impoluta, ojos ahumados, colorete marcado y unas perfectas ondas pulidas en una melena con la raya al lado, al más puro estilo melena Hollywood.
Eso sí, este año Kate ha estado más que acompañada. Junto a ella, han acudido al palco, el príncipe Guillermo y sus hijos, George y Charlotte, que también se ha llevado parte del protagonismo gracias a un bonito look creado a partir de un vestido blanco muy british, sin mangas y con volantes, junto a una trenza de raíz ideal.