MITOS NUTRICIONALES

El nutricionista Pablo Ojeda, desmiente el mito: «Que el pollo sea amarillo no significa que sea más sano»

El pollo es una de las fuentes de proteínas magras más importantes, pero su consumo está lleno de mitos que, en realidad, tienen poco de verdad.

El pollo es uno de los alimentos más sanos. Foto de Nadin Sh en Pexels.
El nutricionista Pablo Ojeda, desmiente el mito: «Que el pollo sea amarillo no significa que sea más sano»
Sara Flamenco
Sara Flamenco

Uno de los alimentos más consumidos en nuestro país, es el pollo. Asado, a la plancha, rebozado... nos gusta de cualquier manera y es una fuente espectacular de proteínas magras que, además, no aporta demasiada grasa. Es por eso que se consume en cualquier momento del día, desde la comida hasta a cena y debido a su sabor suave y su versatilidad, se ha convertido en uno de los platos favoritos de los niños.

Y precisamente por eso, por la presencia del pollo en la gran mayoría de menús infantiles, nos preocupamos más por escoger aquellas piezas de mayor calidad. Esto ha influído en que proliferen mitos sobre qué partes del pollo se comen y cuales no, o qué tipo de pollo es más saludable. Por eso nos ha parecido tan interesante uno de los vídeos que el nutricionista Pablo Ojeda ha publicado en sus redes sociales. En él, desmonta todos los cuentos en torno a esta ave tan demandada para el consumo humano.

Pablo Ojeda desmonta los bulos en torno al pollo

1. El pollo amarillo es de mayor calidad

Cuántas veces te has parado frente al frigorífico del supermercado y has visto unas pechugas de pollo amarillas y otras blancas, unas al lado de otras. Tu mente relaciona automáticamente el pollo amarillo con una mejor calidad, ya que se supone que estamos frente a un pollo de corral. Pues ya te puedes ir olvidando porque, según Pablo Ojeda, el color amarillo del pollo se debe a que le dieron maíz como alimento, lo que ha hecho que su carne adquiera este color.

El maíz contiene pigmentos naturales como los carotenoides, que se depositan en la grasa y piel del pollo, dándole ese tono amarillento. Ojeda ha insistido en que ambos tipos de pollo «son primos hermanos» en cuanto a aporte nutricional, por lo que no merece la pena pagar ese extra que le añaden siempre al pollo amarillo para no recibir nada a cambio.

2. La piel del pollo no se come

Otro de los mitos más extendidos en torno al pollo es que tienes que deshechar la piel porque es la parte menos sana. Según las creencias populares, es en esa zona donde se acumulan todas las hormonas que supuestamente le dan al pollo para engordarlo, además de que se trata de la parte del animal que más grasa contiene, por lo que te puede hacer engordar aunque no comas demasiado.

Pero la realidad, según Pablo Ojeda, es que la piel del pollo también contiene proteínas y su proporción de grasa no es demasiado alta, por lo que no te hará engordar demasiado con respecto al resto del pollo. Por no hablar, claro, de que la legislación española prohibe el uso de hormonas en la producción avícola, por lo que no te las encontrarás en su piel. ¿Moraleja? Con lo rica que está la piel del pollo tostadita, permítete ese capricho.

3. Hay que lavar el pollo antes de comerlo

Uno de los errores más comunes es lavar el pollo antes de comerlo. Según explica Ojeda, sí es verdad que la carne de ave es más propensa a tener bacterias pero poniéndolo bajo el grifo no vas a acabar con ellas. La única forma de eliminarlas es cocinándolo, ya que las altas temperaturas que adquiere la carne al ser cocinada acaba con todas ellas.

Por el contrario, si lavas la carne del pollo, no sólo no matarás a las bacterias, sino que corres el peligro de extenderlas y que te acaben afectando. Ojeda explica que, al lavarlo, después lo habitual es secarlo con un paño. Paño que no echas a lavar inmediatamente, sino que dejas en la cocina y secas con él diferentes superficies de la misma, incluyendo cubiertos y platos. ¿Qué pasa con eso? Que si el pollo tenía alguna bacteria, la estás esparciendo y te las puedes meter en la boca en algún momento sin saberlo.

Ya lo sabes. El pollo es una excelente opción para incluir proteínas magras a tu dieta, algo muy importante para contribuir al mantenimiento de la masa muscular, mantener un peso saludable y contribuir a la regeneración de los tejidos. Pero si vas a comer pollo, que no te engañen.

HORÓSCOPO

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Sagitario

Como signo de Fuego, los Sagitario son honestos, optimistas, ingeniosos, independientes y muy avetureros. Disfrutan al máximo de los viajes y de la vida al aire libre. Son deportistas por naturaleza y no les falla nunca la energía. Aunque a veces llevan su autonomía demasiado lejos y acaban resultando incosistentes, incrontrolables y un poco egoístas.