vivir

Qué le van a traer los Reyes

Escuchar sus deseos, evitando el exceso y respetando su individualidad, es crucial. ¿El error? Tratar de compensarles por el tiempo que no les dedicamos o por lo que no tuvimos

Los Reyes Magos simbolizan un mundo en el que se da todo sin pedir nada / fotolia

Isabel Menéndez
ISABEL MENÉNDEZ

Durante estas fechas, los padres hacemos la lista de los juguetes que tendrán nuestros hijos, procurando que coincida con la carta que ellos escriben a los Reyes Magos. Hemos ido fijándonos en lo que les gustaba y les hemos preguntado qué es lo que prefieren. Es preciso decidir qué les conseguimos y qué no. Entonces surgen las preguntas: ¿Les compramos todo lo que han pedido? ¿Combinamos sus gustos con regalos que consideramos más didácticos? ¿Es pronto para una bici? ¿Conviene frustrarle, aunque sea un poco, cuando un juguete no nos parece adecuado?

Mucho más que juguetes

Los regalos dependen mucho de la edad de los niños. Sin embargo, todos contienen un mensaje implícito: alguien ha pensado en ellos y, del mismo modo que ahora obtienen esto, podrán alcanzar lo que deseen en la vida. Además, sus deseos son lícitos, alguien les quiere como son y les premia.

El regalo no es solo un objeto: contiene la intención de quien lo realiza.

Tanto los pequeños que creen en los Reyes o en Papá Noel, como los que ya no lo hacen, necesitan ser apoyados en sus gustos y tendencias. Cuando los padres intentan dirigir esas preferencias de los hijos, no aceptan sus características. De una forma narcisista, tratan de acomodar al niño lo más posible a la imagen que se han hecho de él, sin respetar su singularidad. El regalo no es solo un objeto material; contiene también la intención y la sensibilidad de quien lo realiza. Esos adultos les aceptan y han pensado en ellos. Solo durante los tres primeros años debemos elegir sus juguetes. En las primeras etapas son importantes aquellos que estimulan el tacto, la vista y el oído: lámparas con luces, mantitas de colores en las que pueden realizar actividades, juguetes musicales blanditos para apretar y morder... Cuando comienzan a andar, los mejores juguetes son aquellos que desarrollan su capacidad motora.

Desde los 18 meses hasta los dos años empiezan a hablar: los cuentos y los puzles son muy adecuados a esta edad, pues desarrollan sus capacidades simbólicas. Pero a partir de los cinco años ya saben lo que quieren y lo piden. Los juguetes que más les estimulan a esta edad son los que implican movimiento, como patines o bicicletas. Los padres, en estas fechas, reviven su propia historia y, en ocasiones, intentan compensarla dando a sus hijos todos los regalos que están a su alcance.

Evitar errores:

  • Si tenemos en cuenta la edad de nuestro hijo, evitaremos regalarle juguetes que están por encima de las posibilidades de dominio que él tiene. Lo contrario le hace sentirse incapaz y no le proporciona seguridad.

  • Hay juguetes que son absurdos para los niños y que corresponden más al deseo de los padres.

  • No conviene llenarles de regalos, hay que evitar que pidan en exceso. En el caso de proporcionarle muchos regalos, conviene reflexionar si no estamos intentando tapar nuestra falta de tiempo o dedicación. Si sentimos que tenemos poco tiempo, hay que mejorar la calidad del mismo, no culparnos por lo que no podemos hacer.

Deseos cumplidos

Clara sonríe cuando ve a su hija Nuria con cara de felicidad montada en su bici. Tiene seis años y Papá Noel se la ha traído este año. Desde entonces la saca todos los días al parque para que dé una vuelta, pero disfruta tanto que a Clara no le importa. En unas semanas ya casi la domina y le puede quitar los ruedines. Todos le habían dicho que por qué no esperaba un poco y para comprársela cuando fuera más grande y le sirviera durante más tiempo. Su madre, la abuela de Nuria, que era muy práctica, le dijo que le iba a dar mucho trabajo, porque tendría que ir con ella y dentro de poco no le serviría.

Clara recuerda la frustración que a ella misma le supuso no poder conseguir cuando ella era pequeña unos patines. Su madre decía que era demasiado movida, y por esos comentarios siempre supuso que no era del todo aceptada por ella si no se adaptaba a sus expectativas. Clara sabía que a su hija le iba a hacer mucha ilusión la bicicleta, era lo que quería y ella pensaba que si respetaba ese deseo, su hija se sentiría más segura de sí misma.

Los juguetes son un elemento esencial en la educación de los niños, desarrollan sus conocimientos y sus sentidos y aprenden con ellos a dominar el mundo. Por esta misma razón hay que medir que estén adecuados a su edad, que no sean demasiados para no aturdirles y, lo más importante, que se ajusten a sus gustos. Si piden demasiados, es probable que hayan recibido juguetes cuando deberían haber recibido palabras que les hicieran entender mejor el mundo.

Los Reyes Magos simbolizan un mundo en el que se da todo sin pedir nada.

Estas fiestas son para los más pequeños las de la ilusión y algunas ilusiones tienen que llegar a realizarse porque eso les da seguridad. Así pues, los padres deberán elegir y saber escuchar qué juguetes son los más importantes para ellos. Los Reyes Magos y Papá Noel simbolizan para el niño la creencia en un mundo en el que se da todo sin pedir nada a cambio. Si se piensa, tal es el mundo del lactante, donde todo llega por arte de magia. Los Reyes representan no solo la generosidad de los propios padres, sino también la del mundo entero.

Sin condiciones

La imaginación infantil es necesaria para que el pensamiento se desarrolle con normalidad. Con el tiempo y la educación, el niño aprende a distinguir entre la fantasía y la realidad, entre lo interno y lo externo. Durante los primeros años tiene una imagen interna de sus padres totalmente idealizada, que corresponde al mundo de sus deseos y no a cómo son en realidad. Día a día, el niño va constatando las dificultades y limitaciones de los padres. Los Reyes Magos vienen a sustituir las primeras fantasías que se habían forjado sobre ellos. Esto les da seguridad, pues todavía necesitan creer que el país de las hadas, al menos una vez al año, existe.

Hasta los seis años deberían recibir lo que piden, si son peticiones razonables.

Antes de los seis años, es muy conveniente que mantengan la creencia en los Reyes o Papá Noel, que representan al gran padre que te quiere sin condiciones, y no te pone límites, al contrario del amor paterno, que los niños creen que está condicionado a portarse bien. Hasta esta edad, sería conveniente que reciban de los Reyes lo que piden, si es razonable. Esto hará que resistan mejor las restricciones educativas que los padres tienen que ponerles durante esta época de su vida a lo largo del año.

Qué podemos hacer:

  • En los tres primeros años conviene elegir sus regalos para potenciar sus habilidades y enseñarle a dominar y comprender el mundo y su cuerpo. Despues, hay que respetar sus elecciones y promover los juegos con los que disfrutan.

  • Para que se produzca una buena comunicación con ellos es preciso respetar sus opiniones, aunque no las compartamos.

  • Si vivimos esta época con sensación de carencia o con la idea de que no nos proporcionaban lo que queríamos, quizá podamos intentar reparar en nuestros hijos lo que no tuvimos y regalarles los que nos parece bien a nosotros no a ellos.

Con todo, el mejor regalo para a un niño es un poco de tiempo para jugar con él. Los más pequeños lo necesitan para aprender a dominar el mundo. Los mayores requieren nuestra escucha y orientación para que sepan que siempre contarán con nosotros.

21 de marzo-19 de abril

Aries

Como elemento de Fuego, los Aries son apasionados y aventureros. Su energía arrastra a todos a su alrededor y son capaces de levantar los ánimos a cualquiear. Se sienten empoderados y son expertos en resolver problemas. Pero son impulsivos e impacientes. Y ese exceso de seguridad en sí mismos les hace creer que siempre tienen la razón. Ver más

¿Qué me deparan los astros?