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El final feliz de Haneke

Una semana más, Rosa Belmonte nos ofrece sus recomendaciones culturales.

Una escena de la película 'Happy End'. / D.R.

Rosa Belmonte
ROSA BELMONTE

Ha tardado en estrenarse pero ya llega a España ‘Happy End’ (20 de julio), la última película de Michael Haneke. Una familia burguesa y rica tiene una empresa en Calais, al lado de los campamentos de refugiados (aparecen una vez). Haneke vuelve con Isabelle Huppert y con Jean-Louis Trintignant, el dueño de la película. El director de ‘La cinta blanca’ o ‘La pianista’ parece meterse en un berenjenal de sus propias obsesiones. Trintignant quiere matarse; su hija (Huppert) tiene un hijo inútil; el hermano de esta, un romance adúltero con una violonchelista loca, y la hija de su primer matrimonio mató a su madre. También mata a un hámster. Y graba sus actividades.

Haneke es el director de ‘Amor’ y en ‘Happy End’ Trintignant confiesa que tuvo que asfixiar a su mujer con una almohada, con lo cual parece que Haneke ha hecho una comedia sobre sí mismo. Un popurrí. “Creo que Happy End no se ha entendido bien. Es una película que muestra la necesidad y el absurdo en cada uno de los nuestros”, ha dicho Huppert. No sé si ayuda.

Nanase y los males de Japón

La portada de la novela. / D.R.

Si la antropóloga Ruth Benedict escribió en 1944 sobre la sociedad japonesa en ‘El crisantemo y la espada’ (sin ir), el novelista japonés Yasutaka Tsutsui  (1934), autor de ‘Hombres salmonela en el planeta Porno’, lo hace en ‘Lo que vio la criada’ (Atalanta) con más conocimiento. Y más gracia. La protagonista de sus relatos es Nanase, joven amoral y formada que trabaja sirviendo en casas para ocultar su don. Lee los pensamientos de los demás y actúa telepáticamente en los mismos.

Tsutsui analiza la conciencia de la sociedad japonesa, la hipocresía y la violencia de las familias. Los males del Japón contemporáneo. Nanase lee la mente de alguien que tiene un accidente y experimenta la muerte. También ve venir que uno de sus jefes quiere violarla. Ocho historias independientes con el mismo e inquietante personaje principal.

Cecil Beaton también en documental

Una imagen de Cecil Beaton. / D.R.

En Movistar + está disponible ‘Te quiero, Cecil Beaton’, documental de Lisa Immordino Vreeland. Sí, la que está casada con un nieto de la legendaria editora e hizo en 2011 ‘Diana Vreeland: The Eye Has to Travel’. También otro sobre Peggy Guggenheim (a esta no le interesan los tiesos sin estilo). Ha filmado la casa de Beaton. Ahora pertenece a Guy Ritchie, que les dio acceso a todo. También tuvo acceso a los archivos de Sotheby’s, del Victoria & Albert Museum, del Imperial War Museum (hay más de siete mil de sus fotografías de guerra) y de St. Johns en la universidad de Cambridge (había cartas de Jackie Kennedy, Duchamp o Cocteau).

Lisa Immordino Vreeland muestra que Cecil Beaton fue el cronista del siglo XX, no solo su fotógrafo. “Mantenía un diálogo constante con otros artistas sobre arte y lo que sucedía en su tiempo”. Alguien extraordinario no siempre tiene un reflejo extraordinario. ‘Te quiero, Cecil Beaton’ cumple. Es conmovedor y tira de cosas como el antisemitismo o la sexualidad. El próximo documental de Immordino es sobre Truman Capote.

Gillian Flynn antes de 'Perdida'

Una imagen de la serie. / D.R.

Gillian Flynn, autora de la novela ‘Perdida’, lo fue antes de ‘Sharp Objets’, que HBO ha adaptado en una miniserie de ocho capítulos. Una película se quedaba corta. Camille Preaker (Amy Adams) es una periodista con problemas de alcohol, entre otros, recién salida de un psiquiátrico que regresa a su ciudad para cubrir los asesinatos de dos chicas. Vuelve a su antiguo dormitorio y a encontrarse con Adora (Patricia Clarkson), su insoportable madre. Pronto se identificará con las víctimas y su propio y tortuoso pasado se mezcla con los crímenes. Una ligereza loca para pasar el rato.

Cuenta Gillian Flynn que en 2006 nadie quería el libro. “Decían que los hombres no quieren leer sobre mujeres y que a las mujeres no les gustaban las mujeres como esa”. Las cosas han cambiado. Hasta se puede escribir de mujeres iracundas y venderlas como heroínas. En HBO, el 9 de julio. 

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