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Adolescentes: ¿Qué les preocupa y cuáles son sus problemas?

Son adultos en construcción y ser imprudentes e impulsivos forma parte de su proceso de maduración... aunque a veces este rasgo ponga en juego su salud. Repasamos los problemas que más preocupan a los especialistas... y a los padres.

Los famosos que han sufrido depresión y ansiedad hablan para evitar que a otros les pasen. Haz clic en la imagen./d.r.

Los famosos que han sufrido depresión y ansiedad hablan para evitar que a otros les pasen. Haz clic en la imagen. / d.r.

Beatriz García
BEATRIZ GARCÍA

El diccionario define la adolescencia como el período de la vida humana que sigue a la niñez y precede a la juventud. Y en una frase ventila toda la complejidad de esta etapa. En nuestro país hay unos cinco millones de menores de 19 años atravesando por todos esos cambios físicos, emocionales, sociales... que los hace vulnerables a algunos problemas de salud. Por eso nacieron las unidades de Medicina de la Adolescencia, porque ellos tienen formas de enfermar diferentes y requieren que su tratamiento se aborde teniendo en cuenta esa diferencia. Además de patologías comunes, como enfermedades respiratorias o dermatológicas, hay otros problemas que preocupan a los especialistas de estas unidades. "Sobre todo enfermedades que tienen que ver con sus hábitosy los trastornos de salud mental, que cada vez vemos más", explica el dr. José Casas, responsable de la Unidad de Medicina de la Adolescencia de La Paz. Repasamos con varios expertos de los principales riesgos a los que se enfrentan nuestros adolescentes.

Enfermedades de transmisión sexual

Ya es grave que la mitad de los adolescentes haya mantenido relaciones sin preservativo en algún momento. Pero es que el 26% lo hace así casi siempre, un riesgo que, según el último barómetro del Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud, les "merece la pena asumir".

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¿Consecuencia? En los últimos años se ha producido un aumento de las infecciones de transmisión sexual (ITS). Uno de cada cuatro adolescentes padecerá, antes de terminar el Bachillerato, una infección producida por bacterias (como la gonorrea o la clamidia) o por virus, como el del papiloma humano o el del herpes simple, según ha advertido la Academia de Dermatología y Venereología (AEDV). "Son patologías frecuentes, con un importante riesgo de complicaciones", explica la doctora Petunia Clavo Escribano, dermatóloga del Centro sanitario Sandoval de la Comunidad de Madrid y miembro de la AEDV.

Entre los factores de riesgo para sufrirlas se encuentra la falta de control de impulsos, el uso de drogas y el hecho de que los anticonceptivos hormonales están desplazando a los de barrera. Además, a esta edad existen factores biológicos, como que el sistema inmunológico y el cuello del útero no están maduros. "También es un problema que no haya centros monográficos para adolescentes, que las enfermedades venéreas sigan siendo un tabú y el retraso en el tratamiento", lamenta la especialista.

LOS RIESGOS DEL SEXO SIN PROTECCIÓN

"El aumento de las infecciones de transmisión sexual genera un problema médico-social muy importante -advierte la dra. Clavo-. El 50% son asintomáticas, lo que conllevan transmisión aumentada y secuelas por falta de curación: en mujeres, enfermedad pélvica inflamatoria, aborto, esterilidad... y en hombres, complicaciones como la infertilidad".

Trastornos con la comida

"Nos siguen preocupando mucho los trastornos de la conducta alimentaria porque son de los más graves en salud mental", afirma la dra. Arancha Ortiz, especialista en Psiquiatría Infantil y Adolescente del Hospital Universitario La Paz. Se estima que estos trastornos afectan al 6% de la población adolescente, pero preocupa la aparición de casos desde edades cada vez más tempranas. "Antes nos movíamos entre los 15 y los 16 años, pero ahora vemos cada vez con más frecuencia pacientes de 12 o 13. Y, aunque afecta en su mayoría a mujeres, aumenta la incidencia en varones".

Los casos más graves de anorexia, bulimia o trastorno por atracón, se tratan cada vez más como problemas de la conducta alimentaria "no específicos", es decir, que no cumplen con todos los criterios de las definiciones clásicas, pero producen problemas en la vida cotidiana y ponen en riesgo la salud. La experta recomienda prestar atención a los cambios en el comportamiento: "Si deja de lado sus aficiones y no participa en actividades de gente de su edad; si no rinde en clase; si es más selectivo con la comida o rechaza algún alimento... Cualquier cambio indica que algo puede no ir bien".

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LOS RIESGOS DE LOS TRASTORNOS ALIMENTICIOS

Las desnutrición perjudica el correcto funcionamiento de órganos, músculos, huesos y hormonas, además de provocar complicaciones cardiovasculares y tener efectos a nivel cognitivo y cerebral. Por eso, el diagnóstico precoz es crucial. El 4% de los jóvenes con anorexia acaban falleciendo por desnutrición o suicidio, porque tienen otras complicaciones psicológicas. Se relaciona con ansiedad, depresión, abuso de sustancias, autolesiones...

Depresión: el abismo adolescente

Es una de las enfermedades que más preocupan a los responsables de la Organización Mundial de la Salud. Hoy es la tercera causa de enfermedad y discapacidad entre los adolescentes, pero se calcula que en 2030 se convertirá en la primera. El trastorno depresivo empieza a aumentar en frecuencia a partir de la adolescencia, porque es un periodo que conlleva sufrimiento. "Se están buscando a sí mismos y eso genera conflictos que no saben cómo manejar, porque todo lo que les ha funcionado hasta ahora ya no les funciona. Además, a nivel cerebral hay una disarmonía en el desarrollo. Hay áreas de su cerebro mucho más avanzadas y otras que todavía están inmaduras e infantiles", explica la doctora Arancha Ortiz.

Por si esto fuera poco, diagnosticar una depresión en un adolescente no es sencillo, por la disparidad de síntomas: desde tristeza a irritabilidad, aislamiento, cambio de gustos, insomnio y dolor de cabeza, de estómago, problemas digestivos...

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LOS RIESGOS DE LA DEPRESIÓN

La depresión mayor es uno de los principales factores de riesgo de suicidio en los adolescentes. Con frecuencia coexiste con otros problemas de salud mental, como ansiedad crónica y trastornos conductuales graves (consumo de drogas, promiscuidad, conductas delictivas y agresividad).

El Cannabis no es inofensivo

El consumo de cannabis ha crecido casi un 12% entre los chavales de hasta 17 años. Los chicos empiezan a fumarlo para parecer "más valientes y machotes", mientras que las chicas lo hacen "por gustar a los chicos", según explica el último Estudio Sociológico Cualitativo sobre consumo de alcohol y cannabis en jóvenes y adolescentes, de la Sociedad Científica Española de Estudios sobre el alcohol, el alcholismo y otras toxicomanías. La investigación también pone de manifiesto que los que consumen hachís o marihuana reconocen hacerlo durante el día, para ir a clase en ese estado nebuloso y medio anestesiado que produce. Y, aunque en la mayoría de los casos el uso es ocasional, la continuidad está aumentando, debido a la percepción de que el cannabis es relativamente inocuo porque es "natural", según Onintza Sagredo, María Gómez y Ruth Pazos, de la Comisión de Divulgación de la Sociedad Española de Investigación sobre Cannabinoides (SEIC).

"Sin embargo, que una sustancia sea o proceda de una fuente natural no quiere decir que no tenga efectos en el organismo y que sean perjudiciales", aseguran. Y eso sin contar con que en muchos casos está adulterado. "Que muchos estudios avalen el potencial terapéutico de compuestos presentes en la marihuana, quizá refuerza la impresión de que consumir es bueno para la salud", afirman las investigadoras.

Y despejan dudas: cuando se habla de posible aplicación clínica, se refieren a medicamentos que con algún compuesto de la planta cuya dosis está estandarizada para tratar enfermedades. Nada que ver con un consumo recreativo.

LOS RIESGOS DEL CANNABIS

"El consumo diario de cannabis se relaciona con deficiencias en la memoria, dificultad en la concentración...", enumeran desde la SEIC y advierten de que, cuanto más temprana es la edad de inicio, mayor probabilidad existe de que puedan desarrollarse trastornos neuropsicológicos. En personas que consumen cannabis a una dosis muy elevada, pueden aparecer ansiedad, síntomas paranoides o pánico.

El botellón

El 80% de los jóvenes españoles de entre 14 y 18 años ha consumido alcohol alguna vez; el 30% lo hace al menos una vez al mes; y el 15% no perdona ni un fin de semana. "Los chavales suelen argumentar que sus padres también beben cuando se les dice que no deben hacerlo; el problema, sin embargo, está precisamente en cómo lo hacen", explica la doctora Consuelo Guerri, neurobióloga del Centro de Investigación Príncipe Felipe (CIPF) de Valencia, que lleva tres décadas investigando los efectos nocivos del alcohol. "No es lo mismo un consumo moderado, como tomarse unas cañas con unas tapas, una copa de vino en las comidas o, incluso, emborracharse una vez en las fiestas del pueblo, que el patrón de consumo adolescente, que consiste en darse el atracón todos los fines de semana, a la una de la madrugada y con el estómago vacío, lo que hace que alcohol se absorba mucho más rápido, llegue antes al cerebro y provoque en él mucho más daño", explica la neurobióloga.

Sucede, además, que el cerebro de los adolescentes es mucho más vulnerable a los efectos del alcohol, porque está en pleno desarrollo. "En dos horas se le machaca y, cuando ese cerebro se está recuperando, llega otra vez el fin de semana y lo vuelven a machacar. Ese comportamiento provoca efectos muy graves y definitivos", concluye tajante la doctora Guerri.

LOS RIESGOS DEL ALCOHOL

El hábito de beber por "atracón", si se repite de una manera regular, produce un retraso irreversible en la zona cerebral que se encarga del conocimiento, puesto que se pierde de forma permanente la capacidad de aprender y de memorizar. Además, cuanto antes se comienza a tomar alcohol, más riesgo existe de tener un problema posterior con la bebida. Los estudios de la doctora Guerri han demostrado que los adolescentes que empiezan a beber a los 12 años, tienen un 20% más de probabilidades de convertirse en alcohólicos cuando llegan a la edad adulta.

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Como elemento de Fuego, los Aries son apasionados y aventureros. Su energía arrastra a todos a su alrededor y son capaces de levantar los ánimos a cualquiear. Se sienten empoderados y son expertos en resolver problemas. Pero son impulsivos e impacientes. Y ese exceso de seguridad en sí mismos les hace creer que siempre tienen la razón. Ver más

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