vivir

Drama friends: ¿Me puedes querer menos?

Qué tendrán ciertas amistades que desgarran más que los romances. En estas historias, hay golpes bajos, pero también cuidado y lealtad. ¿De qué sótanos de nuestra personalidad nacen estas relaciones tan intensas?

La revolución feminista llega a la series. ¡Haz clic en la imagen!/HBO España

La revolución feminista llega a la series. ¡Haz clic en la imagen! / HBO España

NEREA PÉREZ DE LAS HERAS

Tengo 36 años, son las 11 de la noche y estoy mirando una conversación de WhatsApp inactiva desde hace cinco días. Los dos últimos mensajes son un "OK" y una carita amarilla a la que le sale de la boca una arcada en forma de corazón. Antes no nos contestábamos con monosílabos y mucho menos con emoticonos. Miro la pantallita inerte con rabia y nostalgia ¿Dónde han quedado los días en los que me despertaba con 56 mensajes no leídos? ¿Los días en los que aquel grupo bullía de ingenio y chistes privados desde las ocho de la mañana? Sí, se trata de un grupo. Al otro lado de la pantalla no hay un amante, sino dos amigas, que ahora estarán mandando gifs de Chiquito de la Calzada a otra más divertida que yo; puede que incluso estén quedando... o hablando entre ellas en otro chat. ¿Por qué me sentiré tan traicionada? ¿Qué tendrán ciertas amistades que se parecen tanto a los romances?

Si la lectora se reconoce en esta escena o en una parecida, puede que sea la protagonista de una amistad dramática: una de esas camaraderías femeninas tan intensas, apasionadas y demandantes que casi parecen relaciones de pareja y que, como tales, a veces descarrilan hacia comportamientos nocivos: celos, numeritos en público, largos silencios, subidones, bajones, desplantes que te llevan de vuelta a la adolescencia, a la amargura de que Paula haya llamado a Carolina y no a ti para ir a patinar.

¿Qué nos mantiene enganchadas a estas amistades? ¿Compensan? ¿Es sana -o regulable- tanta intensidad? ¿Son más frecuentes entre nosotras? Hablamos con algunas mujeres de sus respectivas dramamigas. Todas usan seudónimo, por cierto. Al fin y al cabo, se trata de sus íntimas.

¿Cosas de mujeres?

En el reparto hecho durante milenios por la estructura patriarcal, las mujeres hemos salido mal paradas en casi todo, pero en lo que concierne a la inteligencia emocional jugamos con ventaja. Tradicionalmente, se nos ha educado para exteriorizar nuestras emociones y empatizar con las de los demás, para expresarnos, intimar y mostrarnos vulnerables sin muchas barreras. Con estos mimbres se construyen amistades legendarias, pero también conflictos más profundos. "No sé si llevado por un sesgo machista, me parece que las mujeres incurren más en amistades de alta intensidad, casi románticas -explica el psicólogo Andrés Arriaga-. Pero creo que, más que de hombres o mujeres, se trata de algo que ocurre en la franja de edad que va de los nueve a los 17 años. En esa etapa construimos el concepto de la amistad y fraguamos la autoestima. Alguien ajeno a nuestros padres -hasta entonces héroes- nos quiere. La intimidad es ese nuevo espacio en el que gozar a través de lo confesado, de lo secreto, que nos provee de la herramienta más útil para caminar por los años venideros: la autoestima". En definitiva: las amigas nos construyen, nos fortalecen... y también tienen el poder de debilitarnos.

La idealización y la exclusividad son sus ingredientes tóxicos.

La relación de Amaia y Lidia se forjó en esta franja tan sensible y aún perdura con sus luces y sombras. "Lidia era muy popular entre los chicos del colegio, e hija de una de las profesoras -cuenta Amaia, de 37 años-. Conservamos parte de la conexión que teníamos de adolescentes y es muy tranquilizador el contacto con alguien que te conoce tanto, con quien no sirve de nada tener barreras. Pero con ella reproduzco viejos comportamientos. Solo a su lado adopto un papel de segundona que no tengo en mi vida adulta".

¿Por qué continuar teniendo contacto, aunque sea intermitente, con su fantasma vivo de la EGB? "Creo que por las dinámicas que tenemos, llenas de cambios laborales, de inestabilidad, necesitamos tener la sensación de que podemos mantener algo toda la vida -explica Amaia-. Demuestra hasta qué punto somos auténticos y no hemos cambiado en lo esencial. Creo que le pasa a mucha gente con los amigos de la infancia; de ellos te tragas cosas que no deberías, quizá para sentir que eres fiel a tus orígenes".

Amaia ha hecho balance: lo reparador de su amistad con Lidia compensa lo negativo. Y ve en los elementos tóxicos de estas amistades, como la idealización o la exclusividad, la sombra del amor romántico que tan machaconamente se nos ha vendido a las mujeres como vía de realización. "Creo que nosotras gestionamos las emociones de una forma mucho más frontal, de ahí la profunda intimidad, que por lo general es sanísima, pero también los pollos".

Las protagonistas de 'Girls', tras una discusión en la última temporada de la serie, en la que todas se decepcionan... / HBO España

Las amistades intensas entre mujeres son una mina de oro narrativa. Lo hemos visto en series como 'Frances Ha', 'Girls', 'Sexo en Nueva York', 'Gossip Girl' y, mucho antes, en Lo que el viento se llevó. Cuánta complejidad hay en el vínculo entre Escarlata, esa choni arrasadora, y Melania, aparente mosquita muerta con mucha inteligencia emocional que empatiza con la parte vulnerable de su amiga en medio del caos. En estas historias, y en la vida, hay puñaladas por la espalda y golpes bajos, pero también cuidado y lealtad. ¿De qué sótanos de la personalidad nacen estas relaciones tan contradictorias?

Enganchadas a la intensidad

"No haber disfrutado de una amistad intensa en el pasado y llegar a los 20 años con esa inexperiencia nos puede hacer querer ganar el tiempo perdido -cuenta Arriaga-. El problema está en que, si los demás sí tuvieron dicho pasado y ajustan sus amistades con más sosiego, a uno se le calificará como "infantil", vistos los aspavientos que realiza y el carácter dramático con el que vive la amistad". Y añade que la falta de autoestima nos puede hacer buscarla en el otro: "Los narcisistas y sus exiguas autoestimas resultarán insoportables en la medida en que no se les haya prestado la suficiente atención. Las personalidades límite establecerán relaciones de amistad donde las carencias serán evidentes, pues el amor, el odio, la alegría y la melancolía adquirirán tal dimensión que harán la amistad insostenible".

Fotograma de la serie 'Girls' / HBO España

Estas relaciones son una mina de oro narrativa: de 'Lo que el viento se llevó' a 'Girls'.

Según el psicólogo, estas relaciones tienen un componente inicial de idilio que se vuelve adictivo. Y eso fue lo que le pasó a Ainhoa con una nueva amiga cuando se mudó de ciudad: "Teníamos sintonía: me cuidó, me abrió su casa, su pandilla... Hablaba de mí de manera idealizada, como cuando te enamoras. Eso es complicado de modular", reconoce. Pero, en cuanto Ainhoa empezó a tener sus propios recursos en la nueva ciudad, las cosas se enturbiaron. "Me hacía sentir desagradecida y culpable por no seguir en una situación débil", lo que es un ciclo típico de relación tóxica en el amor y la amistad, aquí y en Pekín. Ainhoa habla del deterioro de la relación con su amiga en términos de desengaño amoroso: "Ella me idealizó; yo no frené sus expectativas y, además, la descuidé. Creo que no he vivido este nivel de distorsión de la realidad con ninguna pareja. Tampoco de intimidad y de conexión, esa es la verdad".

Expectativas desmadradas y altos niveles de exigencia son comunes a estas relaciones. "Nunca lo hablamos, nosotras que hablábamos de todo -continúa Ainhoa-. Seguimos unidas, pero yo he hecho el ejercicio de frenar un poco, de bajar la dosis de dependencia y presencia".

La solución: un paso atrás

Como en los amores tormentosos, los chutes intermitentes de adrenalina nos mantienen en un estado de emergencia nada saludable. Pero las complicidades en la edad adulta no caen del cielo y tendemos a hacer lo que haga falta por no renunciar a ellas. ¿Es posible encauzar la intensidad de este tipo de relaciones? Andrés Arriaga opina que sí: "Igual que se hace trabajo terapéutico con parejas que han roto los límites del respeto a base de inflar hasta el infinito la bolsa del amor, se pueden restablecer la comunicación, el tiempo y el espacio compartido. Como primer paso, hay que admitir que la cosa se ha desmadrado". Es decir, tirar de moderación e inteligencia emocional, interiorizar y tratar de ser siempre más Melania que Escarlata.

Dramamistad: señales de alarma

  1. 1

    Ninguna relación es una transacción matemática de sentimientos. Si alguien está a tu lado solo para exigirte una entrega equivalente, mal vamos.

  2. 2

    Localiza los comentarios pasivo- agresivos del tipo: “Estás muy guapa, no pareces tú”. Cada vez que los oigas, una pequeña alarma debería sonar en tu cabeza.

  3. 3

    Las relaciones que se fortalecen cuando una está tirada en la lona y se debilitan con el éxito son definitivamente poco sanas.

  4. 4

    Confía en la estadística: si esta persona te hace sentir que la decepcionas constantemente y no es la única, míratelo. Si por el contrario, otros amigos y familia no te suelen hacer ese tipo de reproches, deberías hacer que se lo mirara ella.

  5. 5

    Todas las amistades son diferentes, pero la base de todas debe ser la confianza y el bienestar mutuo. Si de vez en cuando necesitas el apoyo de una tercera amiga para recuperarte de los conflictos con tu íntima es que te estás organizando regular.

  6. 6

    También es importante poder ser tú misma: si temes contarle a tu amiga algo por cómo pueda reaccionar... reflexiona.

  7. 7

    Observa tus propias reacciones ante, por ejemplo, el hecho de que tu amiga no esté siempre disponible. Trata de hacer autocrítica y evaluar si es a ti a la que se le está yendo el asunto de las manos.

  8. 8

    Cuidado con las relaciones que no tienen llanuras de bienestar. La montaña rusa de drama-reconciliación normalmente te acabará haciendo vomitar el algodón de azúcar entre dos coches.

  9. 9

    Si ante cada decisión o manera de actuar en tu cabeza salta un resorte que te hace preguntarte: “¿Qué pensará [insertar nombre de la drama amiga] de esto?”, ha llegado el momento de buscar un buen psicoterapeuta.

  10. 10

    Párate un momento a pensar: ¿seguro que no estás un poco enamorada? ¡Ay!

Temas

WhatsApp

21 de marzo-19 de abril

Aries

Como elemento de Fuego, los Aries son apasionados y aventureros. Su energía arrastra a todos a su alrededor y son capaces de levantar los ánimos a cualquiera. Se sienten empoderados y son expertos en resolver problemas. Pero son impulsivos e impacientes. Y ese exceso de seguridad en sí mismos les hace creer que siempre tienen la razón. Ver más

¿Qué me deparan los astros?