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PIERNAS DE 10

Cómo acabar con las varices sin cirugía: este es el único tratamiento que las elimina sin pasar por quirófano

Ni postoperatorio. Ni complicaciones. Y con unos resultados tan buenos como los que ofrece la cirugía. Así funciona la tecnología con ultrasonidos que está revolucionando el tratamiento de este problema vascular tan común, que tiene efectos estéticos y sobre la salud.

Modelo enseñando unas piernas perfectas y sin varices. LAUNCHMETRICS SPOTLIGHT

Algunos problemas estéticos conllevan también efectos sobre la salud. El caso más claro son las varices. Esta patología vascular, que se calcula que en España afecta al menos a una de cada cinco personas, se produce cuando las válvulas venosas no funcionan correctamente o disminuye la elasticidad de las paredes de las venas. De modo que se termina por acumular sangre en las piernas.

Lo habitual es que esto tenga un reflejo externo en forma de venas abultadas, dilatadas, muy azuladas o moradas e, incluso, en estados avanzados, aparecen retorcidas y con nódulos. Una imagen que, es evidente, puede provocar problemas de inseguridad a la hora de mostrar las piernas. Pero hay mucho más. «Más allá del aspecto, puede acompañarse de dolor, hinchazón, pesadez, deterioro de la piel y, según avanza la enfermedad, la aparición de úlceras o, incluso, trombosis», advierte el doctor Luis Izquierdo Lamoca, angiólogo, cirujano vascular y endovascular y jefe de servicio de HM Montepríncipe y Puerta del Sur.

Precisamente, por esa doble afectación a la salud y la imagen, conviene tratarlas. ¿Cuándo? «En cuanto el paciente lo decide. Es decir, con que sienta molestias o se encuentre a disgusto con la parte estética, ya debería buscar una solución», aconseja el doctor. Hasta el momento -y, por ahora, en la mayoría de los centros-, lo habitual era elegir entre tres vías.

La ablación endotérmica es el abordaje de primera elección. Consiste en introducir un catéter y llevar calor (mediante láser, vapor de agua o radiofrecuencia) hasta la vena para destruirla. La siguiente opción es la escleroterapia, inyectando espuma, que elimina los vasos enfermos o aplicando adhesivo médico. Por último, la cirugía tradicional, única salida en algunos casos. Es decir, cualquiera de las alternativas requería algún tipo de incisión, trabajar desde dentro, así como un tiempo prudente de recuperación.

Ultrasonidos focalizados: adiós varices sin cirugía

«Sin embargo, desde 2020 tenemos otra opción, cero invasiva, y que ofrece los resultados de una operación de varices, pero sin pasar por él y, por tanto, sin sus inconvenientes en menos de una hora», afirma Izquierdo Lamoca. Se trata de un dispositivo que aprovecha la potencia de los ultrasonidos de alta intensidad focalizados -o tecnología HIFU- para tratar esas varices desde el exterior.

En una sola sesión, que dura entre media hora y una hora como mucho, se pueden acabar con estas molestas venas. Para ello, el doctor dibuja un mapa sobre la piel con la zona a tratar y el propio ecógrafo robotizado va recorriendo la piel. «Cuando localiza las venas enfermas, actúa», cuenta el experto. Lo hace concentrando las ondas de ultrasonido en ese punto y llevando, desde el exterior, la energía térmica hasta el interior del tejido. «Con la aplicación del calor, a unos 85 o 90 grados, se destruye el tejido para acabar con la variz». Este tipo de tecnología se usa también en medicina para acabar con las piedras del riñón, tratar el Párkinson o eliminar nódulos benignos de la mama.

La actriz Demi Moore luciendo unas piernas espectaculares. INSTAGRAM @demimoore

Pero la HIFU también es una vieja conocida en medicina estética. Ya que lleva años aplicándose esa energía en las capas profundas de la piel para estimular la producción de colágeno y mejorar así la flacidez tanto de la cara como del cuerpo (glúteos, abdomen, abdomen…)

Los mismos resultados que en quirófano

El aspecto más positivo de Sonovein, que así es como se llama esta aparatología, la única del mercado que emplea HIFU para tratar las varices, son sus resultados. En un reciente estudio entre los pacientes del doctor Izquierdo Lamoca -más de 300 por el momento-, con una sola sesión y tras dos años de ésta, la efectividad se sitúa en el 95.5%. «Las otras ventajas son que no requiere incisiones, no deja hematomas, ni cicatriz alguna ni hay riesgo de hemorragias», añade. Además, se puede practicar en cualquier época del año y nada más salir, el paciente puede irse a casa (aunque se recomienda usar medias de compresión durante un tiempo).

Para quienes se pregunten si duele, el doctor huye de eufemismos. «Sí, duele. Un solo 'disparo' o dos no se notan, pero son muchos y termina por doler». Por eso, lo habitual es aplicar anestesia local, similar a la que te ponen en el dentista. Sobre sus limitaciones o desventajas, la principal es que solo se puede aplicar en varices. De todo tipo, eso sí, incluidas las más complejas, pero no en arañas vasculares ni en capilares. «Este tipo de energía no se puede aplicar a nivel superficial, ya que provocaría quemaduras», lamenta el cirujano.

La modelo y empresaria estadounidense Hailey Bieber. INSTAGRAM @haileybieber

Por último, cabe recordar que las varices no se curan. Es decir, dado que la medicina no conoce aún el origen de esta enfermedad, no se ha logrado acabar con ella. Ni en quirófano, ni con endoláser ni con HIFU. «Aunque con tratamientos como Sonovein se puede mantener el cuentakilómetros a cero durante un tiempo. Si lo equiparamos a la cirugía, sabemos que dentro de cinco años volverán un 25% de pacientes y, posteriormente, es probable que todos», admite.

El futuro de las varices pasa por la IA

Otra de las grandes bazas de esta aparatología es que se trata de un sistema robotizado. Aunque el profesional observa y puede guiar el proceso, la propia máquina detecta, se mueve, centra el objetivo… «En un futuro no muy lejano, su manejo podrá ser automático, y, además, la IA y sus algoritmos lo pondrán aún más fácil», aventura Martin Deterre, CEO de Theraclion, la empresa francesa que diseña y comercializa el dispositivo.

Por el momento, en nuestro país, solo se encuentra Sonovein, en el Instituto Vascular Internacional de Madrid, del doctor Izquierdo Lamoca; y en el Instituto Vascular y Endovascular Internacional, de Marbella (Málaga). En breve, como avanza Deterre, también estará disponible en el hospital Vall d'Hebron, de Barcelona. En cuanto a su precio, ronda los 3.500 euros la sesión para unos resultados que, por lo que se sabe hasta ahora, duran lo mismo que los de la cirugía convencional.