muy distanciados
muy distanciados
Son numerosos los medios de comunicación que subrayan el silencioso desplante de Carolina de Mónaco y la hija menor de esta, Alexandra de Hannover, a Ernesto de Hannover, cuya salud es muy delicada en los últimos meses. No en vano han sido varios los ingresos del controvertido príncipe alemán en la clínica Rúber de Madrid.
La prensa alemana, que sigue con suma atención el devenir de Ernesto de Hannover, siempre ha afirmado que el príncipe y su hija menor mantienen una relación cordial, pero apartada de los medios de comunicación. Una afirmación realizada para justificar o explicar los motivos por los que no hemos visto juntos a padre e hija desde hace muchos años.
Otro signo de la distancia que podría haber entre ellos es que Alexandra de Hannover se convirtió al catolicismo al alcanzar la mayoría de edad, lo que fue interpretado por muchos como un signo más de la distancia que existía entre padre e hija. A consecuencia de esta decisión quedó excluida de la línea de sucesión al trono británico de la que sí forman parte su padre y sus dos hermanos.
Mientras Ernesto de Hannover seguía convaleciente, la que todavía es su mujer legal y la hija de ambos se encontraban de viaje en Cuba, donde fueron recibidas de manera oficial por el presidente Miguel Díaz-Canel. La princesa monegasca viajó a la isla caribeña en calidad de presidenta del Ballet Nacional de Mónaco que actuó allí.
Son muchos los interrogantes que surgen en torno a la verdadera relación entre Ernesto de Hannover y Carolina de Mónaco, pues siguen sin divorciarse, pese a llevar muchos años separados. Se ha esgrimido como razón que la princesa Grimaldi, que firma como princesa de Hannover, no quiere perder este tratamiento que es de rango superior al de Su Alteza Serenísima, que le corresponde por línea dinástica.
Sea como fuere, se desconoce si mantienen relación al margen de los medios de comunicación. Por el momento, Ernesto de Hannover no parece haber mostrado interés alguno en casarse por tercera vez, en este caso con su actual pareja, Claudia Stilianopoulos, con quien vive en Madrid.
Ernesto de Hannover y la hija de la recordada Pitita Ridruejo han consolidado su relación y llevan más de cuatro años juntos. En alguna ocasión se ha hablado de crisis y de discusiones en la calle, pero parecen haber encontrado el equilibrio para ser un éxito como pareja. Es sin duda Claudia la persona que más pendiente está del príncipe alemán, muy mermado de salud.
También está muy pendiente su segundo hijo, Christian de Hannover, felizmente casado con la peruana Sassa de Osma. A ambos se les ha fotografiado yendo a visitar al príncipe en la clínica Ruber y juntos celebraron recientemente el 71 cumpleaños de Ernesto, ex marido de Chantal Hochuli, quien en su día fuera íntima de Carolina de Mónaco.
No se puede decir lo mismo del primogénito, Ernesto Augusto, con quien el príncipe mantuvo un enfrentamiento en los tribunales por la herencia. Unas heridas que ni se han cerrado ni han cicatrizado. Ernesto de Hannover reclamó judicialmente el castillo de Marienburg y otra serie de bienes que le había otorgado como herencia entre los años 2004 y 2007. Sin embargo, perdió la batalla en los tribunales no sin antes calificar públicamente de ingrato a su hijo.