muy elitista
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A finales del siglo XIX, un grupo de aristócratas apoyados por el rey Alfonso XIII y encabezados por Carlos María Fitz-James Stuart, bisabuelo del actual duque de Alba, decidieron crear un club de polo en la capital. Pretendían emular a los nacidos en el Reino Unido hace más de doscientos años, y lo consiguieron. Tras abrir sus puertas en 1895, pronto ampliaría sus instalaciones para inaugurar el campo de golf más antiguo de España. Para ello, el monarca tuvo que ceder unos terrenos cercanos al Pardo. Así nació Real Club Puerta de Hierro.
En la actualidad, el Real Club Puerta de Hierro presume de ser el club más exclusivo de España. Entre sus miembros podemos encontrar a nombres tan conocidos como el de Isabel Preysler, Esperanza Aguirre, el alcalde José Luis Martínez Almeida, Rafa Nadal o el rey Juan Carlos, que figura como presidente de honor emérito del club. De hecho, el entonces príncipe Felipe y sus hermanas fueron asiduos al club durante su niñez, aunque ahora apenas lo visiten.
En la actualidad, el Real Club Puerta de Hierro cuenta con unos 15.000 privilegiados socios con acceso a sus instalaciones localizadas en la Casa de Campo de Madrid. No se ha admitido a ningún socio nuevo desde 1987. De hecho, no existe si quiera una lista de espera. Una decisión que deriva del extremo deseo de privacidad que reina dentro de los muros de esta institución.
Alérgicos a periodistas y paparazzi, apenas existen fotos de las instalaciones del Real Club Puerta de Hierro en las redes sociales. Incluso para acceder a cualquier tipo de información básica sobre él en su página web, es necesario poseer un nombre de usuario y una clave de acceso. Los datos referidos a actividades, servicios o personal solo pueden ser conocidos por los socios del club.
Villar Mir, Gómez- Acebo o Entrecanales son algunos de los ilustres apellidos de la aristocracia y la alta sociedad española que también figuran en la nómina de socios de este club. Como decíamos, la obsesión de esta institución es lograr la máxima privacidad y discreción, hasta el punto de que penaliza los escándalos que sus socios pudieran protagonizar con la expulsión. Y aunque ya no se admitan nuevos miembros, los hijos y cónyuges actuales sí tienen permitido el acceso, que se pierde en caso de divorcio del titular.
Del mismo modo, los socios pueden traer invitados puntualmente, pero a estos no se les permite la entrada a todas las instalaciones y deben abonar su entrada, que en días laborables asciende a 46,5 euros y los fines de semana a 82. El privilegio completo está reservado a los que en su día pagaron una importante cuota de entrada, que asciende a 300.000 euros y que se reduce a 50.000 para los cónyuges. Los socios deben abonar además una cuota anual de unos mil euros, repartida en tres pagos.
A cambio, los socios y sus invitados pueden disfrutar de un ambiente exclusivo y discreto, en torno a 235 hectáreas de terreno ubicadas en la avenida de Miraflores, a tan solo cuatro kilómetros del centro de Madrid. En ellas podemos encontrar dos campos de golf y otras tantas piscinas, una para adultos y otra para niños. Pistas de hípica, polo, croquet, pádel y tenis, además de gimnasio y sauna, completan la oferta deportiva. Un restaurante en el que los caballeros deben entrar con chaqueta y corbata y una capilla para quien desee ir a misa, son otros de los atractivos del club.
Aprovechando la privacidad que brinda el Real Club Puerta de Hierro al que tan solo unos privilegiados pueden acceder, en sus instalaciones se han celebrado un buen número de bodas de alto copete. Por ejemplo, allí se dieron el 'sí, quiero' Pedro de Borbón Dos Sicilias y Sofía Landaluce en 2001, con la presencia de numerosos miembros de nuestra familia real.
En 2023, la familia Entrecanales celebró allí al enlace de Nacho Domecq Carrión con Natalia Couret. Y en una ceremonia íntima celebrada en la capilla del club, contraían también matrimonio la nieta de Adolfo Suárez, Alejandra Romero, y Pedro Armas. Es habitual que, tras intercambiar votos, los novios ofrezcan a sus invitados un cóctel y la posterior cena en los jardines del club.
Además de celebrarse bodas allí, el Real Club Puerta de Hierro también acoge numerosas competiciones deportivas. Por ejemplo, en su pista de hierba se han celebrado campeonatos nacionales e internacionales de polo, con la presencia de la familia real en las entregas de premios. En resumen, un lugar apartado de ojos y oídos indiscretos y donde poder codearse con la flor y nata de la alta sociedad, la aristocracia y el mundo empresarial de nuestro país.