Cómo y cuándo le dijeron Kate Middleton y Guillermo a su hijo George que iba a ser rey: servicio, deber y cuentos ilustrados

Fue en el verano de 2020. El príncipe George acababa de cumplir siete años y Kate Middleton y el príncipe Guillermo se sentaron con él una tarde, y le explicaron que algún día sería rey y que eso implicaría «servicio y deber» en su día a día, según explica en su último libro, Batalla de Hermanos, el experto en realeza Robert Lacey. Parece que los príncipes de Gales utilizaron algunos libros de cuentos ilustrados para que el niño entendiera ciertos conceptos, como el de ser distinto a sus hermanos. Los príncipes de Gales le hablaron con franqueza, pero sin pintar un futuro de responsabilidad amenazante.

Los Gales retrasaron todo lo que pudieron este momento, porque han querido, desde el primer día, que sus hijos, no solo George, tuvieran una infancia lo más normal posible durante el mayor tiempo posible. Aún hoy, cuando George ya ha cumplido 12 años, Guillermo y Kate priorizan este aspecto sobre su futuro papel de rey. Esta decisión de Guillermo y Kate refleja la infelicidad del príncipe de Gales por la manera caótica en que todo el asunto de su destino como rey se había tratado y le había dado vueltas en la cabeza. Guillermo conoció bien pequeño el peso de la corona… George es solamente un niño, de momento, que va sabiendo cosas.

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De hecho, la conocida foto de los Cuatro Monarcas, realizada en diciembre de 2019, y en la que aparecían la reina Isabel, de 95 años, rodeada de sus tres herederos –Carlos, de 72 años, Guillermo , de 37, y George, de seis– se tomó sin que George comprendiera su significado. Esta fotografía oficial, tomada en el Salón del Trono del Palacio de Buckingham una semana antes de Navidad, fue idea del Príncipe Carlos, en aquel tiempo preocupado por promover su idea de una «monarquía reducida». Por eso sólo posaron la monarca y los tres futuros reyes.

Guillermo y Kate querían escoger el momento adecuado para hablar con George y que fuera una conversación «controlada». «Guillermo no ha revelado cómo ni cuándo le dio la gran noticia a su hijo», explica Lacey. «Quizás algún día sea George mismo quien nos lo cuente». El objetivo de Guillermo como padre siempre ha sido ofrecer a su hijo «una educación familiar normal», y, sobre todo, que permitiera a la monarquía seguir siendo relevante, pero adaptándose a los nuevos tiempos.

La preparación del heredero forma parte del plan de Guillermo para una monarquía renovada. Lo más importante es que George no sienta el futuro como algo abrumador. Por eso, quienes conocen a Guillermo saben que le habla su hijo de «destino», más que de «deber». El «deber» transmite una sensación de estar atrapado; el «destino», una sensación de elección.

A pesar de este control de los Gales sobre lo que debe saber y lo que no, el pequeño príncipe ha ido sintiendo que es «muy diferente» a sus hermanos, porque, por ejemplo, visitaba a menudo él solo a su bisabuela y ahora a su abuelo. Hay cosas inevitables, pero algo muy importante en la crianza de George es que, a pesar de esta diferencia, no le están tratando de forma diferente, ni malcriándolo.

Charlotte y Louis también están siendo educados sobre lo qué significa ser miembro de la realeza. Para todos es importante la idea de liderazgo y fuentes del Palacio de Kensington señalan que George se está convirtiendo en un niño seguro de sí mismo al que le encanta conocer gente nueva, y que Charlotte es muy extrovertida. No se ponen nerviosos en público –aunque Louis hace algunas trastadas– .

Los dos pequeños son traviesos, pero divertidos. Todo en su educación forma parte de un proceso gradual. Sus padres no les «obligan», pero ejercen el control para que nada les distraiga en el futuro de la idea de ser miembros de la realeza. Esta alquimia se compone de estimulación, pero también de diversión e interés, para que disfruten

George algún día será comandante en jefe de las Fuerzas Armadas y casi con toda seguridad pasará un tiempo en alguno de los ejércitos, por lo que conocer a los veteranos, en el té celebrado en Buckingham Palace con sus padres, antes del verano, fue una buena manera de iniciar sus «deberes» oficiales. Elegante, con una chaqueta azul marino y corbata, participó con entusiasmo en todas las conversaciones y no dejó de hacer preguntas.

A sus 12 años, es ya muy probable que George sea consciente de su futuro papel y de gran parte de sus obligaciones, como aparecer en público y hablar con la gente con naturalidad. El fallecimiento de la reina Isabel, en septiembre de 2022, fue, sin duda, un momento crucial para George, que vio como su abuelo se convertía en rey.

George asistió a la coronación de Carlos III en un papel principal, como page. Quienes son cercanos al príncipe George dicen que es cálido, brillante, curioso y tranquilo, y parece que, de momento, no le ponen nervioso las responsabilidades oficiales. El príncipe y la princesa de Gales han enseñado a sus hijos que servir es bueno, agradable y gratificante.

George admira profundamente a su padre y tiene un gran apoyo de su abuelo Carlos y su esposa Camilla y los Middleton. Pero, por ahora, piensa más en sus amigos, sus hermanos y la escuela que en coronas y títulos. Sus padres continuarán preparándolo en privado.

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