El rey Juan Carlos y Froilán, atrapados por la guerra en Irán: preocupación por su próxima vuelta a una región en estado de alarma

Pocas veces pueden calcularse la totalidad de las desgracias que conlleva una guerra, probablemente el acontecimiento más lamentable que puede cernirse sobre cualquier país. Las ramificaciones pueden ser prácticamente carambolas, como la que afecta a la familia real española, con dos de sus miembros directamente amenazados por el conflicto que enfrenta a Israel, Estados Unidos e Irán. Hablamos del rey emérito Juan Carlos y Felipe Juan Froilán de Marichalar, residentes en Abu Dabi. Ahora mismo están en España, para alivio de los Borbón.

No nos olvidemos del mapa: Emiratos Árabes Unidos comparte frontera marítima con Irán: solo media entre ellos las aguas del Golfo Pérsico. De hecho, ya se ha producido un incidente bélico que ha debido de poner los pelos de punta al rey Felipe y las infantas Elena y Cristina, por no hablar de la reina emérita Sofía. No exageramos: la preocupación en Zarzuela y el resto de casas de los Borbón ha debido ser difícil de aplacar, dadas las circunstancias. Aunque el rey Juan Carlos y Froilán estén en este momento en España, su casa puede hacer frontera con una cruel guerra.

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No han podido ser más oportunos los sendos viajes del rey Juan Carlos y Felipe Juan Froilán a España, uno para participar en las ya famosas regatas del Trofeo Xacobeo de Sanxenxo y el otro, para pasar el verano en su tierra. Sin embargo, pensar en lo cerca que están sus respectivas residencias de la guerra misma ha de escalofriar a sus familiares reales. Con el conflicto aún por comenzar, ya hemos vivido una situación de máxima tensión, a pocos kilómetros de Abu Dabi.

Todo sucedió este mismo lunes, cuando en respuesta a los bombardeos de Estados Unidos sobre instalaciones nucleares iraníes, la Guardia Revolucionaria de este país decidió atacar una base militar estadounidense en Catar. Hablamos de un país que se encuentra a escasos 500 kilómetros de Abu Dabi, donde residen tanto el rey Juan Carlos como su nieto, Felipe Juan Froilán. A los efectos, una zona de guerra donde el hijo de la infanta Elena tiene más fácil salir que su abuelo.

Evidentemente, el calentamiento de la geopolítica en la zona debió ser materia de discusión en Zarzuela en su momento, pues los viajes del rey Juan Carlos y Froilán no han podido ser más oportunos. ¿Quizá a sugerencia de Casa Real? Sea como fuere, emérito se encuentra ciertamente atrapado, pues no puede subirse a su avión para abandonar España con destino a Abu Dabi. El espacio aéreo del Golfo Pérsico se cerró en el momento en que se lanzaron misiles sobre la base estadounidense. Dubái ha reabierto su aeropuerto con el acuerdo de tregua, pero recomienda precaución.

En cualquier caso, no parece aconsejable que el rey Juan Carlos y su nieto Froilán vuelvan a sus respectivas residencias hasta que se aclare la tensión bélica. Desafortunadamente, para el emérito tampoco es aconsejable que deje pasar los días en España (por razones fiscales, se entiende). En este sentido, el anuncio de que busca casa en Portugal, quizá en la zona de Estoril que tanto conoce, resulta del todo coherente con el contexto.

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Digamos, además, que la reciente estancia del rey Juan Carlos en Sanxenxo no ha sido todo lo agradable que hubiera deseado el emérito. Algo que se pudo comprobar por las enfadadas palabras que dirigió a algunos periodistas, después de que algunos medios contaran que su movilidad se había reducido aún más y que, de hecho, habría tenido muchas dificultades para embarcar en la lancha Cristina y bajar las escaleras del pantalán.

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«Cuantas más mentiras digáis, me veréis mejor», soltó el padre del Rey Felipe a los informadores que acudieron a Sanxenxo. «Estoy perfectamente. Podéis decir todas las mentiras que queráis, pero estoy bien», insistió, remarcando que no iba en silla de ruedas, como se había publicado. Lo que sí se ha publicado ya es la fecha de salida de sus esperadas memorias: según la periodista Mariángel Alcázar, será el próximo noviembre, pues el día 22 se cumplen 50 años de su proclamación.

Significativamente, en este tercer viaje a España del rey Juan Carlos este año, el monarca no ha recibido la visita de ninguna de sus dos hijas. Es reseñable, pues la infanta Elena suele ser la primera en acudir a Sanxenxo cuando las regatas reclaman al emérito. En esta ocasión acudieron a verle su hermana, la infanta Margarita; su cuñado, Carlos Zurita; y sus sobrinos, Alfonso y María, esta acompañada por su hijo Carlos. ¿Habrá tensiones debido a las recientes decisiones del rey Juan Carlos, entre ella demandar al ex político Miguel Ángel Revilla?

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