Lo que no se vio de Leonor y Sofía en la final de la Eurocopa: la comentada bufanda de la infanta y un curioso diálogo de besugos

Aunque Leonor y Sofía estaban en el palco de autoridades del estadio St. Jakob-Park de Basilea, la ciudad suiza donde se celebró la final de la Eurocopa de fútbol femenino, poco o muy poco pudimos ver de lo que disfrutaron y sufrieron con el desempeño de la selección. Seguro hubo de ambos, pues el equipo nacional dominó la prórroga, pero perdió, finalmente, en una tanda de penaltis que dolía mirar. La princesa no es tan forofa, pero seguro que la infanta se decepcionó de lo lindo. Lo dicho: la retransmisión no las enfocó más que un par de veces.

No hay que imaginar demasiado para suponer que las hijas de los reyes Felipe y Letizia llevaron la procesión por dentro, un autocontrol que Leonor y Sofía manejan a la perfección y que seguramente fue correspondido por el príncipe Guillermo y su hija Carlota, invitados por la selección de Reino Unido. Ni en la entrega de medallas perdió el príncipe de Gales su circunspección. Nada que ver con la ostensible sonrisa de felicidad absoluta que lució el rey Felipe en la final masculina de la Eurocopa 2024 en Berlín.

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Pero olvidémonos del fútbol que, desafortunadamente, no concedió lo que prometía. Sí lo hizo la presencia de la princesa Leonor y la infanta Sofía, francamente impecables e incluso diríamos que sobresalientes en su fugaz aparición frente a las cámaras de Televisión Española, minutos antes de comenzar la final. La heredera ya cuenta con suficientes tablas como para no hacerse pequeñita por hacer un directo, aunque la proyección de la voz sigue siendo asignatura pendiente. Su hermana, digámoslo, deslumbró.

Los que observamos de cerca cada aparición de las hijas de los Reyes ya lo habíamos avanzado: Sofía ha heredado los talentos y virtudes de la reina Letizia para la comunicación. Pese a ser la que menos oportunidades ha tenido de colocarse frente a las cámaras, mostró naturalidad, soltura, carisma y una vocalización perfecta con una voz directa y clara. Miró a cámara, miró al entrevistador y se despidió con un 'muchas gracias' de altura profesional. No va a necesitar 'coach': le sale natural.

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No todo pueden ser flores, claro, aunque es justo subrayar que ninguna de las rarezas que observamos en su aparición en la final de la Eurocopa en Basilea puede achacárseles. La primera tiene que ver con su aparición ante las cámaras, orquestada de una manera que no fluyó del todo. El periodista no formuló una pregunta directa a las jóvenes, con lo que estas tuvieron que empezar a hablar sin que les dieran realmente pie. El formato habitual de entrevista hubiera sido más natural.

Como resultado, la interacción entre las dos jóvenes Borbón y el periodista pudo llegar a parecer una especie de diálogo de besugos en el que el periodista decía una cosa y la princesa Leonor respondía un mensaje institucional que, aparentemente, no estaba conectado de ninguna manera con lo que le habían dicho. Quizá hubo premura o algún problema sobre la marcha: jamás lo sabremos.

«Altezas, muchísimas gracias por atender a Televisión Española antes de esta gran final de la Eurocopa entre España e Inglaterra», les dijo el periodista. A continuación, , Leonor dijo lo siguiente: «Muchas gracias. Muy contentas de estar aquí. La verdad es que es una suerte poder ver a nuestra selección de fútbol. El equipo está concentrado, con energía y confiadas y ojalá volvamos a ganar para tener esa triple victoria después del Mundial y la Nations League».

«Sí, ojalá repetir lo que viví hace casi dos años con mi madre en Sídney», continuó, muy segura y natural, la infanta Sofía. «Eso sería increíble. Es una generación de futbolistas impresionante». Una vez más, la manera convincente y atractiva en la que se expresa Sofía brilló ante las cámaras. Sin duda, ha heredado el talento para la comunicación de su madre, la reina Letizia.

La otra curiosidad también atañea la infanta Sofía, tapada hasta el cuello con una enorme bufanda roja en pleno mes de julio. En Basilea el verano es fresco, pero no como para este calibre de bufanda. Evidentemente, la joven se vio impelida a mostrarse como forofa luciendo algo rojo, pero podía haber echado mano de una bufanda futbolera de verdad, bastante más escueta que la que lució. ¿Por qué recurrir a una prenda de abrigo?

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La estampa era, ciertamente, rarísima. Incluso extraña, si recordamos que en la final masculina de la Eurocopa 2024 en Berlín, a la que acudió con su padre el rey Felipe, Sofía llevó en la mano la pequeña bufanda roja de la selección que le regalaron: no quiso ponérsela. Recordemos, además, la etiqueta futbolera para lucir esta prenda: no ha de rodear ningún cuello, sino lucirse bien extendida sobre el pecho, para que luzcan escudos y banderas. ¿A quién se le ocurrió que la infanta se envolviera en una manta roja?

Resolvamos el misterio: ni la infanta Sofía podía llevar ninguna otra bufanda ni era una ocurrencia lucirla así, como si el tiempo fuera invernal. La hija pequeña de los Reyes quiso llevar exactamente la misma bufanda que lució en Sídney 2023, cuando la selección española ganó el famoso Mundial, Luis Rubiales besó indebidamente a Jenni Hermoso y las jugadoras casi zarandean a la reina Letizia. La bufanda era rara en julio, sí, y enorme. Pero es que era un talismán. Una pena que no funcionara.

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