CON POCO AMOR, MEGHAN
CON POCO AMOR, MEGHAN
El príncipe Harry está más solo que nunca. Todavía repudiado por los Windsor en su tierra natal, también se ha quedado fuera de su querida organización benéfica Sentebale, que fundó junto al príncipe Seeiso de Lesoto en memoria de sus respectivas madres. Al menos, el duque de Sussex ha sido absuelto de las acusaciones de abuso de poder en el seno de esta ONG, después de que su responsable le denunciara por supuesto racismo y misoginia.
Un momento como mínimo agridulce el que vive el hijo menor de Carlos III, que se ve agravado por una gran pregunta: ¿dónde estaba Meghan Markle mientras se desarrollaba todo el embrollo? Medios británicos como el Daily Mail no han dudado en poner el dedo en la llaga sobre la falta de apoyo de la norteamericana a su marido en estos duros días para él.
A Meghan Markle, o Meghan de Sussex, como le gusta hacerse llamar ahora, se le ha criticado su silencio en plena humillación pública de su esposo, sobre todo teniendo en cuenta que se le ha acusado precisamente de cometer algunos de los mismos pecados que ella le echó en cara a la propia familia real británica en su explosiva entrevista conjunta con Oprah en 2021.
Después de que llamara la atención su brevísima referencia a Harry cuando celebró, con una foto de ella sola, sus 44 años, la duquesa de Sussex parece más centrada en los últimos tiempos a mostrar su perfecta vida familiar a sus cuatro millones de seguidores en Instagram que en salir en defensa de su marido.
Y cuando se ha referido a él en el tráiler de la segunda temporada de su programa para Netflix Con amor, Meghan, ha sido con cierta sorna. En un avance de la serie la vemos bromear con el chef José Andrés a su costa. «¿Sabes quién no come langosta? Mi esposo», le dice al cocinero español, antes de que este le responda: «¿Y aun así te casaste con él?», lo que provoca una sonora carcajada en la antigua protagonista de Suits.
Volcada también en su marca de estilo de vida As ever, la sensación es que el problemático Harry proyecta una imagen negativa sobre el rol de ama de casa perfecta al que aspira Meghan Markle. Después de que su libro de memorias Spare funcionara muy bien y de que participara activamente la docuserie Harry & Meghan de 2022, las confesiones del duque de Sussex han perdido interés y sobre todo ya no son tan lucrativas. Ahora es ella la que ha tomado el relevo, acelerando en su carrera como influencer.
Y de momento parece que está teniendo bastante éxito. Pocos dudan de que es su atractivo —y su gran número de seguidores en las redes sociales— lo que ha convencido a Netflix para ofrecer a los Sussex un nuevo contrato con el que producir varios programas. Aunque haya sido a un precio considerablemente reducido con respecto a su anterior acuerdo, que se estimaba en unos 100 millones de euros.
A este llamativo silencio que mantiene Meghan Markle, se ha unido otro golpe para Harry. Ailsa Anderson, la secretaria de prensa de confianza de Isabel II durante una década, intervenía en un documental emitido en la televisión británica con unas palabras dedicadas al príncipe.
En su opinión, el royal debería «empezar a ser el héroe de su propia vida, empezar a escribir su propio guion... La gente está empezando a cansarse un poco de que el príncipe Harry piense que el mundo está en su contra y de lo horrible que es su existencia». Suavizando sus declaraciones, Anderson añadió que le considera «una persona muy cálida, simpática y amable», pero que «ha perdido el rumbo».
Pero viviendo actualmente sin una fuente clara de ingresos, con unos enormes gastos en seguridad en los Estados Unidos, problemas judiciales abiertos en el Reino Unido y, sobre todo, a la sombra de las ambiciones de su esposa, parece poco probable que la vida del príncipe Harry recupere un buen rumbo en un futuro próximo.