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quieren firmar la paz

El fracaso anticipado de Meredith Maines, la negociadora de Meghan Markle y Harry de Sussex que odia Carlos III

Parece que el duque de Sussex está dispuesto a firmar la paz con su padre, Carlos III, porque «no tiene ningún sentido seguir peleando». Un proceso en el que está siendo clave Meredith Maines, asesora de Harry y Meghan y gran estratega de Silicon Valley.

Meghan Markle y Harry de Sussex. GTRES

Puede que el príncipe Harry esté a pocas escenas de protagonizar una versión moderna de la parábola del hijo pródigo, volviendo a casa a abrazarse al padre, Carlos III. Enfatizamos adrede el estilo bíblico. Y será tal cual si finalmente se firma la paz en el seno de los Windsor, rota desde que el hijo pequeño de Diana de Gales decidió ponerse el mundo por montera y abandonar el lluvioso Reino Unido, precisamente desuniéndose de él y marchándose al sol de California con Meghan Markle y el pequeño Archie, pues Lilibet no había nacido aún. Corría el año 2020.

De lograrse este tratado familiar, sería casi un pacto entre naciones, del eje Pacífico-Atlántico. Y tenemos mediadora, que no es otra que la directora de Comunicación de los duques de Sussex, Meredith Maines, piedra angular de esta otra casa real, bajo cuyo techo ella misma tiene instalada su oficina. Es, en cierto modo, Montecito Palace. Maines tiene un perfil muy ad hoc, porque es californiana y madre como Meghan. Y apoya hasta decir basta su estilo de vida y sus negocios. Diríamos una fan.

También, al igual que la duquesa, proviene de la industria del entertainment y adora los caballos, hasta el punto de haber sido miembro del equipo ecuestre de la Universidad de Stanford, donde se licenció en Literatura Inglesa y Composición Musical. Además de cursar un máster en Comunicación y haber pasado por Oxford y la USC Marshall School of Business para completar sus estudios. Meredith tenía todas las papeletas para resultar elegida cuando H&M reestructuraron su equipo, casi calcando la estructura jerárquica de Buckingham. Venía de haber trabajado en Hulu y Google, y estaba considerada una gran estratega de Silicon Valley. La ficharon este marzo.

Saltamos a mayo, dos meses después, cuando el hermano de Guillermo de Inglaterra, ambos distanciados tanto como los dos continentes que habitan, echó a volar la paloma de la paz hacia las costas británicas desde los micrófonos de la BBC. Esto fue lo que dijo: «Me encantaría reconciliarme con mi familia. No tiene ningún sentido seguir peleando. La vida es preciosa». Dicha entrevista, que concedió astutamente tras perder la lucha que mantenía en los juzgados por su seguridad policial en su país, adquirió un tono mucho más dramático cuando añadió: «No sé cuánto tiempo más le queda a mi padre».

Meredith Maines, una estratega en Montecito Palace

No se sabe de quién ha salido este intento de volver a empezar, pero de los movimientos de la parte americana se está encargando la sagaz Maines, quien estaría marcándole al príncipe los pasos a seguir en esta nueva etapa, solo entreabierta. Todo indica que la referida intervención pública fue cosa suya. Y podría serlo también el lanzamiento de la firma de lifestyle de la duquesa, As Ever, donde vende velas, infusiones y mermeladas, así como su programa de cocina With Love, Meghan, con el que se ha cebado la crítica, que ha dado la vuelta al título para dejarlo en Con amor a Meghan, por eso del autobombo.

Maines se estaría esforzando en equilibrar la balanza, al final también una cuenta de resultados. Ante la caída del éxito mediático de los Sussex, con la no renovación de su contrato millonario con Netflix este septiembre y con la actriz aguantando el tirón en su papel estelar de influencer, urge compensarlo haciendo que suba la popularidad por el lado de la realeza.

Es más, tal y como ha desvelado The Mail On Sunday, con imágenes y todo, la asesora viajó el pasado 9 de julio a un club privado londinense para reunirse con su homólogo por parte del rey, Tobyn Andreae, y mantener conversaciones acerca del océano, no solo geográfico, que les separa. Una cumbre secreta con una propuesta de paz sobre la mesa. Pero incluso esto ha traído cola porque se ha acusado a la pareja, otra vez, de filtrarlo a la prensa, algo que ellos se han apresurado a desmentir a través de sus allegados. Según el mismo medio, «antes de esa reunión entre sus asesores en Londres, los Sussex disfrutaban, y quizás fomentaban, los conflictos de intereses o los enfrentamientos públicos. Ahora, Harry tiene otra mentalidad».

Así fue la cumbre secreta en Londres para firmar la paz

Para rizar el rizo, la prensa británica ha ido más lejos al asegurar que Maines no actuó siguiendo instrucciones directas de los duques, sino por iniciativa propia. Y el experto en realeza Richard Fitzwilliams, en declaraciones al Mail Online, ha argumentado que «Harry y Meghan iniciaron esta reunión, ya que es evidente que cualquier contacto con la familia real que pueda tener connotaciones positivas es fundamental para ellos, pues no tienen nada más que ofrecer». Para pasar después a calificar la cita de «controvertida» al desconocerse realmente «los motivos de ambas partes, quién lo sabía, quién lo filtró y si el príncipe William estaba al tanto». Claro que no hay que olvidar, a modo de pista, que el escenario fue la Royal Over-Seas League (ROSL), a un pasito de Clarence House, donde viven Carlos y Camilla. Y no es un club más, pues promueve la amistad internacional, casi una carambola, y tiene como patrocinador al propio monarca.

Lo que habría desgranado la fiel escudera de los responsables de Archewell es el deseo de Harry de planificar conjuntamente las agendas de la familia para no pisarse terreno ni competir entre ellos por las portadas de los tabloides. Paradójicamente, esto viene pasando desde que empezó el principio del final. Y volvió a pasar el 17 de julio, cuando la reina Camilla celebraba su 78º cumpleaños mientras él andaba de visita en Angola emulando a su difunta madre por los campos de minas. Tal y como lo trasladó Meredith Maines, se podrían acoplar los planes de sus representados con los de Buckingham y Kensington. Por algo se empieza. A su lado, Liam Maguire, al frente de las relaciones públicas de los Sussex en territorio británico. Todo un despliegue de medios en pro de la ansiada paz.

Si atamos cabos, Meredith estaría escribiendo el guion de esta segunda oportunidad que tendría, presumiblemente, un final feliz. Tal vez su gran oportunidad, con espíritu olímpico, sean los Juegos Invictus 2027, que se celebrarán en Birmingham. Recordemos que la última vez que padre e hijo se vieron, que sepamos, fue en febrero de 2024, cuando el rey fue diagnosticado de cáncer de próstata. En cuanto a los hermanos, no coinciden públicamente desde hace justo un año. Fue en el funeral de su tío Lord Robert Fellowes.