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CENA FÁCIL Y SALUDABLE

Aprende a hacer la cena fácil, nutritiva y ligera de la experta en alimentación antiinflamatoria, Sandra Moñino

La experta nos ha recomendado una cena muy rica y saludable: judías verdes, tomate cherry, pechuga de pavo (o huevo cocido) y caballa.

Para comer de manera saludable no hace falta emplear demasiado tiempo. Foto de Oleg Yudin en Unsplash.

A veces comer sano parece misión imposible: jornada larga, cero ganas de cocinar y la nevera que no inspira. Pero la realidad es que mantener una alimentación equilibrada no siempre pasa por encender los fogones o preparar platos de chef. Lo confirma Sandra Moñino, nutricionista especializada en alimentación antiinflamatoria, que asegura que con pocos ingredientes frescos y un poco de organización se pueden montar cenas rápidas, sabrosas y muy completas.

Porque sí, las cenas improvisadas también pueden ser nutritivas. Basta con saber combinar alimentos que aporten proteínas, fibra y vitaminas sin complicarnos la vida. La propuesta de Moñino es el ejemplo perfecto: un plato fresco, fácil y versátil que no exige más que un par de cortes y abrir una lata. Ideal para quienes buscan cuidarse pero no quieren perder tiempo en la cocina tras un día intenso.

La receta es tan sencilla como tentadora: judías verdes, tomate cherry, pechuga de pollo a la plancha (o, para los más rápidos, un huevo cocido) y caballa en conserva. Se mezcla todo en un bol, se adereza con un chorrito de aceite de oliva, vinagre, albahaca y sal, y listo. El resultado es un plato completo, con proteínas de calidad, grasas saludables y un extra de color que anima hasta el día más perezoso. Cena hecha, excusas fuera.

La cena antiinflamatoria ideal, según Sandra Moñino

«Las judías verdes o cualquier verdura en conserva pueden ser muy buena opción siempre y cuando en sus ingredientes lleve judía verde, es decir, la verdura, agua y sal», asegura la experta en un vídeo publicado en sus redes sociales. Vamos, que para lograr un plato sano ni siquiera tendrás que limpiar la verdura y cocerla tú misma. La verdura de bote es igual de saludable que la verdura fresca, pero tienes que prestar atención a los ingredientes.

Las judías verdes son de esos alimentos que deberían estar más presentes en nuestra mesa diaria. Son ligeras, ricas en fibra y facilitan la digestión, además de aportar vitaminas como la C y la K, esenciales para mantener el sistema inmunitario en forma y cuidar los huesos. También contienen minerales como hierro y magnesio. Todo esto en un producto fresco, económico y que encaja en platos rápidos sin necesidad de complicaciones.

Los tomates cherry son pequeños pero matones: concentran antioxidantes como el licopeno, famoso por ayudar a combatir el daño celular y proteger la piel. Además, son una buena fuente de vitamina A, que cuida la vista, y vitamina C, que refuerza defensas. Su dulzor natural los convierte en el aliado perfecto para dar color y sabor a cualquier plato sin añadir calorías extra. Fáciles, prácticos y llenos de frescura.

La pechuga de pollo y el huevo cocido juegan en el mismo equipo: el de las proteínas de calidad. El pollo aporta aminoácidos esenciales sin apenas grasa, perfecto para quienes buscan una opción ligera pero saciante. El huevo, por su parte, es un clásico nutritivo, rico también en vitaminas del grupo B. Ambos ingredientes ayudan a mantener la masa muscular y aportan energía sostenida, ideales para cenas rápidas que no pierden valor nutricional.

Para terminar, la caballa en conserva es uno de esos tesoros del mar que deberíamos tener siempre a mano en la despensa. Rica en ácidos grasos omega-3, es una gran aliada para cuidar la salud cardiovascular y mantener el colesterol a raya. Aporta además proteínas de calidad, fósforo y vitamina D, clave para la salud ósea. Lo mejor: abrir la lata basta para disfrutar de todos sus beneficios, sin complicaciones ni largas preparaciones en la cocina.

Y como hemos dicho, para el aliño tampoco tienes por qué complicarte demasiado, ya que lo de toda la vida encaja a la perfección con este plato. Mezcla un buen chorro de aceite de oliva virgen extra y añádele vinagre, albahaca y un toque de sal y eso será suficiente para realzar el sabor de todos los ingredientes. ¿El resultado? Una cena sabrosa, nutritiva y lista en cuestión de minutos.