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Antes de pasar a su discreta vida en Washington, el príncipe Joaquín de Dinamarca y la princesa Marie estaban un día sí y otro también en el centro de la polémica. Esta vez les ha salpicado un turbio asunto económico de una pareja de su círculo más íntimo.

Los príncipes Joaquín y Marie de Dinamarca en un retrato oficial. @DETDANSKEKONGEHUS

Julio de 2020. El príncipe Joaquín de Dinamarca y su mujer, la princesa Marie, posan sonrientes en una idílica tarde en la Provenza francesa rodeados de sus hijos y sus mejores amigos: la pareja formada por Bengt y Mette Rode Sundstrøm.

La imagen es captada en el Château Vignelaure, que el matrimonio cercano a los royals había adquirido en 2008 cerca de Aix-en-Provence, en Francia. La propia Mette Rode Sundstrøm comparte la fotografía vía Instagram con el resto del planeta en un contexto extraño: el mundo estaba encerrado y sin contacto con sus allegados por una pandemia mundial.

En aquella ocasión, la noticia por la visita de Joaquín y Marie a sus amigos en plena pandemia fue rápidamente sustituida por otra más dramática: pocos días después de aquella foto, el hijo menor de la princesa Margarita de Dinamarca sufrió un ictus y la negativa de su familia, pero muy especialmente de su cuñada, Mary, de visitarlo alimentó a la prensa rosa durante meses.

Ahora los príncipes Joaquín y Marie viven plácidamente en Estados Unidos alejados de todo y de todos. Y, afortunadamente, el nuevo «drama» favorito de la prensa danesa solo les salpica tangencialmente porque sus adorados Sundstrøm se han metido en un problema más grave que saltarse las normas de una pandemia mundial. ¿Pero quiénes son Mette Rode Sundstrøm y Bengt Sundstrøm?

La historia de amor idílica de los Sundstrøm

No es extraño que el príncipe Joaquín y la princesa Marie cayeran rendidos a los encantos de la pareja Sundstrøm porque, además de una fortuna y un castillo en Francia con viñedos incluidos, tienen una historia de amor de esas con las que el hermano del rey Federico se siente identificado.

Cuenta el papel cuché y la propia Mette Rode Sundstrøm en sus entrevistas que ella misma perdió toda esperanza de volver a amar cuando enviudó de forma prematura al perder a su primer marido, el restaurador Jan Rode, a los 33 años.

Bengt y Mette Rode Sundstrøm, los amigos de Joaquin y Marie de Dinamarca. @metterodesundstrom

Pero la vida y sus ganas de vivir en una casa de alquiler que olía a caballo (afirma que al haberse criado en una granja es un olor que la tranquiliza) le enviaron una nueva oportunidad a su corazón en forma del dueño de la casa de subastas de arte Lauritz, Bengt Sundstrøm. De hecho, gracias al buen hacer del destino, no solo consiguió recuperar su fe en el amor, sino que logró un trabajo de directora general en la citada casa de subastas y, con el tiempo, dos hijos.

Una historia que se podría resumir en que ella tuvo un flechazo con una casa que no se podía permitir (porque de aquella era una mujer sola y sin trabajo que quería mudarse a un barrio caro de Copenhague) y él sintió un flechazo por ella, porque fue el mismísimo Bengt el que le enseñó la vivienda y escuchó pacientemente los argumentos que usó Mette para convencerle de que era la inquilina apropiada aunque no tuviera ingresos.

Así son Bengt y Mette Sundstrøm, los amigos de los royals

Por su parte, en aquel momento, Bengt Sundstrøm no era solamente el futuro casero de Mette, sino también el presidente del club de equitación aledaño a la vivienda y, desde 1998, el propietario de la casa de subastas de arte y antigüedades Lauritz Christensen Auctions, una empresa con más de un siglo de antigüedad a la que Bengt convirtió en pionera de las subastas en línea gracias a Lauritz.com.

La historia oficial es que las habilidades para negociar su alquiler de Mette le impresionaron tanto que vio en ella a la directora general que estaba buscando para la puesta en marcha de la versión digital de su negocio. El currículum de la mujer, que en ese momento se estaba planteando empezar a estudiar periodismo, no se alejaba mucho de ese puesto: había trabajado como jefa de marketing y ventas y tenía experiencia como directora de exportaciones.

Los Sundstrøm, junto a los príncipes Joaquín y Marie. @metterodesundstrom

Por supuesto, Mette asumió el reto de trabajar y poner en marcha el sitio de subastas digital sin esperar que, un buen día, su jefe la gratificaría no con un reconocimiento a su esfuerzo, sino con una declaración de amor. Tras mucho insistir, Mette cedió y acabó siendo parte de la pareja más chic de los países nórdicos (y madre de dos hijos, cosa en la que nunca había pensado). Pero ahora todo ese idílico mundo construido con esfuerzo se está derrumbando ante los ojos de la prensa.

La ruina de los Sundstrøm

Todos los negocios pueden ir mal y eso no es un escándalo. Pero la forma en la que los Sundstrøm han perdido su estatus de power couple sí está llamando la atención. El portal de subastas puesto en pie con tanto esfuerzo comenzó a dar problemas en la etapa post pandemia, y protagonizó titulares en la prensa económica.

La voz de alarma se desató al retrasar su anunciada salida a bolsa. Para cuando finalmente consiguió cumplir con los requisitos de accionariado, la pareja fue criticada por su poca seriedad: pocos daban crédito a una empresa en la que el director general estaba casado con el presidente del consejo de administración. Finalmente, Mette renunció a su cargo a cambio de un puesto en la junta directiva y el lujo de seguir representando a la firma en el programa televisivo Fantastiche Fund. Pero sus problemas no habían hecho más que empezar.

Tras años de dificultades económicas, la empresa se acabó declarando en quiebra tras acumular una deuda tras la que se sospecha se esconde un fraude. La prensa danesa apunta a que, en total, Lauritz.com debe 148,6 millones de coronas danesas (casi 20 millones de euros). Sus clientes y accionistas acusan a la pareja de fraude y afirman que, mientras ellos se quedaron con las manos vacías, la pareja amiga de los príncipes daneses acumularon más de 140 millones de coronas los años previos a la quiebra gracias a que Bengt se los repartió en dividendos que se pagó a sí mismo. Pero si esto es cierto o no está ahora mismo en manos de los tribunales.