El Reino Unido contra los Sussex
No hace tanto tiempo, el príncipe Harry era un joven royal que, a pesar de algunos tropiezos, era muy querido por sus compatriotas. Su espontaneidad y su destacado servicio en el ejército le colocaron como uno de los Windsor más destacados, llegando incluso a desbancar brevemente a su abuela como el miembro de la realeza más popular de su país. Y cuando una cita a ciegas con la actriz Meghan Markle sacó del mercado al soltero más codiciado de Gran Bretaña, el país lo celebró. Al fin y al cabo, incluso la difunta reina pensaba que ella era un soplo de aire fresco para la monarquía.
Sin embargo, nada más cortar la tarta de bodas, su imagen comenzó a resquebrajarse. El famoso Megxit y las acusaciones de acoso y racismo que el matrimonio lanzó a su familia en aquella explosiva entrevista con Oprah hicieron más grande la brecha entre los Sussex y el resto de los Windsor y empañaron los últimos años de vida de Isabel II. Ahora, viviendo a miles de kilómetros de su país natal en la localidad californiana de Montecito, Harry y Meghan son menos populares que nunca.
Las encuestas lo dejan más que claro. La popularidad de Meghan Markle en el Reino Unido ha alcanzado un mínimo histórico después de que su índice de popularidad cayera al 20 %, lo que significa que tan solo el príncipe Andrés le disgusta más a los ingleses que ella. Según la empresa de datos y opinión pública YouGov, la percepción de la duquesa de Sussex es ahora la peor desde que comenzó a recopilar estos datos en 2017. En cuanto a Harry, sus datos no son mucho mejores: tan solo el 27% de los adultos del Reino Unido tiene ahora una opinión positiva de él, lo que supone su peor puntuación desde principios de 2023.
Cuando Harry no encontró a Guillermo
El duque de Sussex acaba de finalizar su gira pseudoroyal por su país natal, que culminó con un encuentro de poco menos de una hora con su padre en Clarence House. Su portavoz hizo una valoración positiva de este viaje, diciendo: «Es obvio que le ha encantado volver al Reino Unido, ponerse al día con viejos amigos y colegas y, en general, poder apoyar la increíble labor de las causas que tanto significan para él«.
Pero la prensa británica está convencida de que este éxito personal de Harry supone una mala noticia para el príncipe de Gales. El rey Carlos quiere a sus dos hijos y se le considera una persona comprensiva, pero Guillermo no parece dispuesto a olvidar la traición que le infligió su hermano menor.
Ha sido más que evidente, durante la gira de paz y reconciliación por Gran Bretaña de Harry, que tanto el príncipe Guillermo como Kate Middleton han estado totalmente inaccesibles para él, debido a lo que fuentes del Palacio han denominado con el eufemismo «compromisos oficiales en otros lugares».
La brecha entre hermanos no solo no se cierra, sino que parece aumentar de tamaño según pasan los meses. Y no solo se especula con el hecho de que los Sussex reciban o no una invitación a la futura coronación de Guillermo. También se contempla la posibilidad de que este pueda despojarles de sus títulos de Alteza Real, algo que ya ocurrió con Diana de Gales y con Fergie cuando dejaron de ser miembros activos de la realeza.
¿Está el rey Carlos enfadado con su primogénito?
En plena guerra fría entre hermanos, la biógrafa real Tina Brown señala que el monarca británico estaría ahora «menos enfadado» con el príncipe Harry que con su hijo mayor, Guillermo. Esta afirmación realizada en su blog Fresh Hell, arroja una nueva luz sobre la reunión entre Carlos III y su hijo pródigo, su primer encuentro cara a cara en 19 meses.
La que fuera amiga personal de la princesa Diana, asegura que están surgiendo tensiones entre el rey y el heredero por la carga de trabajo de Guillermo, que palidece en comparación con la de su padre, enfermo de cáncer, y que se ha visto interrumpida por numerosas vacaciones. Brown también dijo que el rey siente que la imagen cuidadosamente cultivada por Guillermo como padre cariñoso, aunque genuina, es una «crítica tácita» a sus propios defectos como progenitor en el pasado.
La autora está convencida también de que la cálida bienvenida que Harry ha recibido en el Reino Unido esta semana demuestra que su «reinicio» ha funcionado. «Por fin, el príncipe Harry ha acertado, lo cual es una mala noticia para el príncipe de Gales. Después de cinco años derrochando ira y furia y soltando tonterías terapéuticas, el pelirrojo quejica finalmente se ha dado cuenta de que lo único que tienen que hacer los miembros de la realeza para ganarse el entusiasmo del público es recorrer el Reino Unido y sonreír».
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