Recapitulando 2016: ¿Se ha roto el sueño de las it-girls?

Recordemos lo que dijo Kylie Jenner a principios de 2016: "Creo que cada año tiene una energía diferente, y me da la sensación que en este mi familia y yo nos vamos a dar cuenta de muchas cosas. Todos a mi alrededor estamos en un momento de, cómo decirlo, caernos del guindo".

Debimos hacerle más caso a la ya confirmada como visionaria empresaria y joven icono de casi todo. En los meses siguientes, todos nos hemos dado cuenta de muchas cosas, especialmente de que tras la imagen de perfección que las habitantes de las redes trasladan a sus fans, se cobija un mundo tan lleno de frustraciones y malas pasadas como el de las demás. Repasemos.

El momento definitivo en el que despertamos del sueño de maravilla y lujo en el que nos ha envuelto durante estos años la familia Kardashian fue octubre, con el asalto de Kim en París a punta de pistola. ¡Horror! ¡La intocable amenazada de muerte!

Un mes más tarde, el marido perfecto, Kanye West, termina ingresado por una crisis nerviosa. Gigi Hadid, la it modelo e it instagrammer, confiesa que sufre de una enfermedad autoinmune. Zayn, su novio y el primer it boy de este siglo, reveló que batalla contra la ansiedad y un transtorno alimentario. Selena Gómez tuvo que abandonar la vida pública para tratar su depresión y adicción a las redes, y Kendall Jenner, epítome del equilibrio en tiempos revueltos, también cedió a la tentación de probar el 'detox' digital.

Cada vez más, las protagonistas de los sueños de la moda y la fama se manifiestan más como personas que como marcas, confesando sus debilidades, enfermedades y vacíos existenciales varios, sin ocultan que sufren, padecen y sienten como el común de nosotras las vulgares.

Pareciera como si al nuevo público de la red social no le interesara ya tanto la perfección de un mundo de plástico, sino la identificación extrema con sus ídolas, a las que amamos más cuanto más sufren o meten la pata.

En realidad, nos preocupa mucho más en qué creen, qué causas apoyan o cómo se manifiestan políticamente, que si viajan o no en jet a París para participar en algún desfile lencero. Las it girls ya no pueden permitirse lucir calladas los looks de moda: han de manifestarse seres sintientes, con un punto de vista y una opinión.

¿Es este el fin de las it-girls tal y como las conocíamos? De alguna manera, sí. Porque estas jóvenes veinteañeras ya no pueden permitirse el lujo de dar la callada por respuesta ante las demandas de sus fans, sino que han de mostrar que son inteligentes, que están preparadas y que se alinean con las causas correctas.

Otro indicio que los tiempos han cambiado. En su última entrevista, Paris Hilton, la primera it-millonaria que antecedió el reino Kardashian, ha confesado: "Quiero ser reconocida como mujer de negocios, no como estrella de reality shows. No me gusta como suena eso". Como escribió el Premio Nobel Bob Dylan, los tiempos están cambiando.