Si tienes 50 años, es el momento ideal para reevaluar tu rutina de ejercicios. Esto incluye prestar especial atención a las partes del cuerpo que normalmente descuidas. Y aquí es donde entra en juego el yoga de dedos, una técnica poco conocida pero increíblemente efectiva que puede mejorar la fuerza, el equilibrio y el rendimiento.
Si bien es posible que ya hayas practicado el yoga tradicional, el yoga de dedos, como su nombre indica, se centra específicamente en la movilidad y la fuerza de los dedos de los pies. Porque unos pies fuertes son la base de un movimiento saludable, aunque a menudo los descuides.
El yoga de dedos es esencialmente la práctica que tiene como objetivo mejorar la movilidad y la fuerza de los dedos y los pies. No proviene de una tradición específica, sino que toma prestado cosas de yoga, fisioterapia y entrenamiento de fuerza, con un enfoque centrado en fortalecer el cuerpo desde la base.
Los dedos de los pies suelen pasarse por alto en la rutina de ejercicios, pero son una parte fundamental de la base de toda mujer, pues influyen en el equilibrio, la postura y, por supuesto, la capacidad de moverte libremente haciendo lo que te gusta. Cosas que echas de menos cuando no las tienes.
El yoga de dedos consiste en una serie de movimientos que se realizan descalza para entrenar los músculos internos del pie. Estos músculos importan porque ayudan a sostener el arco del pie, y unos dedos fuertes se correlacionan con un menor riesgo de caídas. Permite mejorar la movilidad y la fuerza de los pies, además de ayudar a reducir diversas molestias.
Quizás te sorprenda saber que al principio el yoga de dedos puede resultar bastante difícil de dominar. La mayoría de las personas que comienzan a practicarlo no pueden ni siquiera hacer los movimientos básicos al principio. Pero no te preocupes, podrás activar esos músculos en nada con solo practicar un par de veces por semana.
Después de los 50, tus pies empiezan a mostrar las consecuencias de haber recorrido incontables kilómetros, usar calzado inadecuado y casi nunca caminar descalza. Problemas como dedos en martillo, juanetes, neuromas y callos se vuelven más comunes, y los pequeños músculos entre los huesos de los pies pueden debilitarse y atrofiarse. El yoga de dedos está aquí para ayudarte.
Los músculos internos del pie son fundamentales para el arco y la pantorrilla, ayudando a reducir el riesgo de problemas en la fascia plantar y lesiones en el tendón de Aquiles. Si practicas yoga de dedos, puedes contrarrestar años de descuido y debilitamiento de estos músculos como resultado de elegir calzado inadecuado.
El tamaño de los pies cambia y a los 50 es importante tener en cuenta que los estudios muestran que más del 60% de los adultos usan zapatos de talla incorrecta. Puede variar con la pérdida o el aumento de peso, la pérdida o el aumento de masa muscular y como efecto secundario de diversos medicamentos.
Cuando puedes mover y sentir los dedos de los pies de forma independiente, tiendes a ser más estable, tener mejor equilibrio y menos limitaciones en tus movimientos. Esto puede ayudar a reducir el riesgo de caídas, mejorar la marcha, fortalecer las piernas y mejorar la movilidad de las caderas. Cosas que cobran mayor importancia con la edad».
Además, con el paso de los años es común perder una mayor cantidad de fibras musculares de contracción rápida que ayudan a reaccionar rápidamente ante un resbalón o un tropiezo. El yoga para los dedos de los pies ayuda a mantenerlos flexibles y fuertes, mejorando la propiocepción (la percepción del espacio), algo que tiende a disminuir con la edad.
Las elevaciones de dedos constituyen uno de los ejercicios más elementales del yoga de dedos. Desde una posición sentada o de pie, levanta lentamente solo el dedo gordo del pie mientras mantienes los demás en contacto con el suelo. Mantén la posición de 5 a 10 segundos. Baja. A continuación, mantén el dedo gordo apoyado mientras levantas los otros cuatro dedos. Mantén la posición de 5 a 10 segundos. Intenta mantener el arco del pie elevado durante todo el ejercicio.
El segundo ejercicio propuesto es la separación de dedos. Es completamente normal que los dedos de los pies se sientan tensos y rígidos al principio al hacer este ejercicio. Empieza sentada o de pie y separa activamente los dedos de los pies, dejando un espacio entre cada uno. Mantén la posición de 5 a 10 segundos. Relájate.
Y finalmente tienes las arrugas de toalla, un ejercicio excelente para fortalecer y controlar los músculos intrínsecos del pie. Muy fácil de hacer mientras lees o ves la televisión. Solo tienes que colocar una toalla en el suelo y comenzar a arrugarla con los dedos de los pies con movimientos hacia adelante, hacia atrás y de lado a lado.