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¿Cómo alcanzar nuestros retos?

La igualdad real es un cambio largo y lleno de obstáculos. Seis profesionales que han llegado a lo más alto analizan las metas aún pendientes para que ser mujeres no marque límites a nuestras aspiraciones.

M ª Dolores Dancausa: vestido Max Maray salones Lodi./Federico Reparaz

M ª Dolores Dancausa: vestido Max Maray salones Lodi. / Federico Reparaz

Beatriz González
BEATRIZ GONZÁLEZ

Hace ya 41 años, en 1975, la Asamblea General de la ONU fijaba la fecha del 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer. Desde luego, era otra época. En todo el mundo, solo había dos mujeres al frente de un Gobierno, los de la India y Sri Lanka; las españolas que querían abrir una cuenta corriente o pedir una hipoteca aún necesitaban la firma de su padre o su marido; y, aunque muchas mujeres ya contemplaban la opción de ir a la universidad, todavía eran minoría en las aulas.

Cuatro décadas después, cada vez son más habituales los rostros femeninos en los consejos de administración de las grandes empresas; las políticas han dejado de ser excepción en las cumbres internacionales; y prestigiosos galardones tradicionalmente masculinos, como el Nobel de Economía o la medalla Fields de Matemáticas, han tenido ganadoras.

Sin embargo, nacer con un sexo u otro aún marca nuestra trayectoria vital, desequilibrando la balanza de las oportunidades en favor de unos y en contra de otras. Si dejamos que los números hablen, diríamos que esa trayectoria comienza para la mayoría de las españolas en un hospital, tras un parto sin complicaciones, aunque cada vez son más las cesáreas (el 25,25% de los nacimientos).

Ellas cobran 6.000€ menos al año. Tener estudios no elimina la desigualdad.

Tras una primera infancia tranquila, lo más probable es que esa niña termine la educación básica (el 80% de las chicas acaba la ESO, frente al 70% de los chicos) y también el Bachillerato, en la mayoría de los casos con mejores notas que sus compañeros. Más tarde acudirá a la universidad, donde ellas son mayoría (115,6 mujeres por cada 100 hombres, según Eurostat), y tendrá su título universitario (las mujeres que terminan su carrera son un 27% más que los hombres).

Hasta aquí, las diferencias con sus coetáneos masculinos se limitan a que ellas estudian más y con mejores resultados, por lo que nada hace presagiar obstáculos en su futuro. Sin embargo, el camino empieza a hacerse cuesta arriba al incorporarse al mercado laboral. A todos les cuesta encontrar trabajo, para ellas la situación es peor: de acuerdo con la última Encuesta de Población Activa, las jóvenes menores de 25 años paradas son el 47,2% y los chicos, el 45,4%. Y las afortunadas que firmen un contrato probablemente cobrarán menos que sus colegas masculinos. En concreto, una diferencia de más de 6.000 ¬ al año, según UGT.

Pero tener más estudios no evita esa desigualdad. Lo dice un estudio del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad: si los hombres sin estudios ganan un 17,7% más que las mujeres que tampoco los tienen, quienes poseen licenciaturas, ingenierías superiores, postgrados y doctorados ganan un 30,3% más que sus colegas femeninas.

Tampoco lo tendrá fácil si su sueño es dirigir una compañía o sentarse en la cabecera de la mesa de reuniones en su empresa, ya que menos del 4% de los directores generales son mujeres, según recordó hace poco el vicepresidente de la Comisión Europea, Frans Timmermans.

El 58%

de las mujeres piensa que un hijo puede ser un obstáculo profesional.

De vuelta a casa, la situación no mejora. Dice el INE que se ocupará más del hogar y la familia: el 91,9% de las mujeres, frente al 74,7% de los hombres. Además, ellas dedican cuatro horas y 29 minutos diarios, dos horas más que ellos. Las españolas son tan conscientes de esa situación que cada vez sopesan más ser madres. De hecho, el 58% cree que un hijo es un obstáculo profesional que no afecta igual a los hombres, según el citado estudio del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. Y, aunque no sea madre, probablemente cuidará de algún familar: más del 83% de quienes atienden a dependientes son mujeres.

Ese es solo uno de los factores que limita sus posibilidades en el mercado laboral o que duplica su jornada. Y posiblemente tiene mucho que ver con la gran incidencia del estrés en la población femenina: el 87% de las mujeres reconoce sufrirlo. En cuanto a su futuro a largo plazo, la jubilación tampoco se presenta de color de rosa. Para empezar, porque probablemente no percibirá muchos ingresos: al cotizar menos horas, la pensión será más baja.

Así que, aunque exista igualdad sobre el papel y se hayan logrado avances, en la práctica ellos y ellas no tienen las mismas oportunidades. Lo decía la Nobel Marie Curie: "El camino del progreso no es rápido ni fácil".

Acceso a puestos de poder

  • María Dolores Dancausa: "Este es un proceso que tardará varias generaciones"

  • Consejera Delegada de Bankinter

Hace unos meses, la Comisión Europea recriminaba a los países de la Unión: "Los puestos directivos o de supervisión los ocupan de manera aplastante los hombres", decía el informe. Sin embargo, hay quien ha logrado colar un sufijo femenino en el puesto de mayor responsabilidad de una gran compañía. María Dolores Dancausa fue pionera en sentarse al frente de un consejo de administración de una empresa del Ibex 35, nuestro principal índice bursátil, aunque ya no es la única. Tras ella llegaron Ana Botín, presidenta ejecutiva del Banco Santander, y Ana María Llopis y Esther Alcocer, presidentas de Día y FCC, respectivamente.

Dancausa piensa que estamos en un proceso de cambio que traerá más mujeres a los sillones de mando. Será "consecuencia natural de lo ocurrido hace ya medio siglo, con el acceso de la mujer a las oportunidades de formación y educación, promovido por un gran número de cabezas de familia, que entendieron que no podía haber diferencias en las ambiciones educativas para hijos e hijas".

el 17%

de los consejos de las empresas son mujeres

Ella creció en una de esas familias, y asegura que no tuvo que superar ningún hándicap por ser mujer. Pero no todas tuvieron esa suerte. "Al igual que tuve la fortuna de tener un padre que estimulaba la formación de sus hijas, he tenido la suerte de trabajar en empresas donde no he visto el menor atisbo de discriminación", explica mientras recuerda que uno de los primeros proyectos en los que trabajó en el banco tenía como meta "aguijonear" a la organización para acelerar la promoción de mujeres a puestos de responsabilidad. Pese a los avances, la presencia de mujeres en los consejos de las empresas cotizadas es aún inferior a la media europea, ya de por sí baja: un 17% frente al 20,2%.

A su juicio, "el problema ha sido arrancar más tarde". Sin embargo, cree que esas cifras se corregirán porque "es positivo para todos, empezando por las compañías. Las que tienden a la paridad de género a todos los niveles son más ricas, completas y con más capacidad para generar rentabilidad y beneficios".

¿Cómo despejar entonces el camino hacia el poder? Para empezar, persiguiendo la verdadera conciliación. "Lo que no ha cambiado tanto, y deberá cambiar, es el alto número de obligaciones todavía no compartidas entre hombres y mujeres, que convierten nuestros éxitos profesionales en cargas físicas y emocionales a veces muy duras de sobrellevar", reflexiona. "Más que prejuicios por derribar, falta madurez por alcanzar. El equilibrio todavía dista mucho de ser conseguido. Pero es un proceso de maduración lenta que tarda varias generaciones en percibirse".

Relaciones igualitarias

  • María Elena Palacios: "En el origen de la violencia está la desigualdad"

  • Inspectora jefe de la Unidad Central de Atención a Familia y Mujer

Una de las caras más impactantes de la desigualdad es la violencia de género y sexual. La misma que dejó 59 mujeres muertas en 2015. María Elena Palacio conoce bien esa cifra. Pertenece a la primera promoción del Cuerpo Superior de Policía, fue la primera inspectora jefe al frente de una comisaría y lleva 25 años luchando contra esta lacra.

En 1982, cuando comenzó a trabajar en Baracaldo, era la única mujer en su comisaría. Entonces pocas mujeres denunciaban malos tratos. "El cambio en las tres últimas décadas ha sido tremendo. La Policia Nacional ha hecho un gran esfuerzo en sensibilizar a sus funcionarios. Un 20% de los hechos conocidos por la Policía y un 10% de los detenidos se relacionan con esta violencia. Por eso debe haber especialistas en cada comisaría".

Ese es uno de los objetivo de la nueva Unidad Central de Atención a la Familia y la Mujer, de la que es una de las ideólogas. "Vimos que podíamos ser más eficaces aunando esfuerzos. Hasta ahora, había policías protectores y policías investigadores, que dependían de diferentes unidades. Ahora, más de 1.300 agentes especializados forman esta unidad y la víctima sale con la denuncia, información sobre recursos disponibles y el teléfono de su protector. Otro objetivo es coordinarnos con los profesionales que trabajan con las víctimas y realizar estrategias para que aflore el delito".

El 52'6%

de las adolescentes cree que el hombre debe proteger a la mujer.

¿Acabará eso con la violencia? "Hay que lograr que un colectivo cambie su ideología machista y eso es complicado, sobre todo en un mundo global y digital", dice. "En el origen está la desigualdad, una relación de poder del hombre sobre la mujer".

Las encuestas lo confirman: el 17% de los españoles está muy o bastante de acuerdo con que la igualdad altera el orden de las cosas, dice un sondeo de Metroscopia de 2015. Y la idea no es patrimonio de los mayores. El 52,6% de las adolescentes cree que el hombre debe proteger a la mujer, según un estudio del Centro Reina Sofía. Mientras, las más de 50.000 víctimas del sistema integral de seguimiento esperan un futuro más igualitario.

Conciliación y corresponsabilidad:

  • Ana Jaureguizar: "Los avances tecnológicos deberían ser una ventaja"

  • Directora general de Lancôme

La Comisión Europea también ha llamado la atención sobre un desequilibrio que está tardando en corregirse: la corresponsabilidad en las tareas relacionadas con el hogar. Su conclusión era tajante: "Los hombres que trabajan dedican de media nueve horas semanales a actividades domésticas o de cuidado no remuneradas, mientras que las mujeres trabajadoras dedican 26 horas semanales, casi cuatro al día".

Ana Jaureguizar, directora general de Lancôme, está de acuerdo en que es un reto que no debe esperar. "La conciliación ha entrado a formar parte de la agenda de todos. Sin embargo, queda un camino importante que recorrer", dice. Uno de los caballos de batalla es la rigidez de muchas empresas.

Queda un camino importante que recorrer.

Aunque en su compañía hay iniciativas para facilitar la conciliación "desde horarios flexibles de entrada y salida hasta campamentos para días sin cole y servicios en la sede", cree que aún hay que despejar obstáculos. "Los avances tecnológicos deberían ser una ventaja en materia de conciliación, y aunque han permitido avanzar en flexibilidad, todavía es necesaria mayor racionalización de horarios", dice añadiendo que deberíamos seguir el ejemplo de otros países europeos. "Un horario flexible motiva a los trabajadores y aumenta su productividad", recuerda.

Sin embargo, la conciliación no es solo labor de las empresas, sino un trabajo que implique a instituciones y sociedad. En cuanto al reparto de tareas es más optimista: las nuevas generaciones vivirán un escenario más igualitario. "Que las mujeres dediquemos más tiempo al hogar es un problema generacional y educacional. La diferencia desaparecerá a medida que las nuevas generaciones, con otra mentalidad, tomen el relevo".

Mayor visibilidad en el mundo científico:

  • Marta Garaulet: "Tenemos que lanzarnos en busca de nuestros sueños"

  • Investigadora en la Universidad de Harvard (EE.UU.) y catedrática en la de Murcia

El 63% de los españoles cree que las mujeres no sirven para ser científicas de alto nivel, afirma una reciente encuesta de la Fundación LOréal. Pero tienen dónde inspirarse. Apenas el 18% de los galardones de ciencia en nuestro país recaen en mujeres y menos del 20% de los puestos de decisión en centros de investigación los ocupan mujeres, según un informe del CSIC, que nunca ha tenido una presidenta.

"Falta mucho por conseguir, pero, además de reivindicar la igualdad en los puestos de decisión, tenemos que hacer como si las barreras no existieran y tirar hacia delante. Esa actitud actúa como revulsivo y ayuda a romper frenos y prejuicios", señala Marta Garaulet, doctora en Farmacia, máster en Salud Pública y visiting professor de la Universidad de Harvard (EE.UU.), catedrática de Fisiología y Bases Fisiológicas de la Nutrición en la de Murcia y una de las mayores expertas internacionales en Nutrigenética y Cronobiología.

Es importante decírselo a las mujeres, porque he visto que muchas veces los frenos los pone la propia mujer

Marta Garaulet

¿Cómo lo hace? "Si te pones retos y vas a por ellos, tienes más probabilidades de conseguirlos. Por mis investigaciones, sé que los genes heredados no son una sentencia fija. Que cambiando hábitos podemos hacer que los genes que no nos favorecen se "adormezcan" y que los que nos favorecen "despierten" y actúen en nuestro favor. Es importante decírselo a las mujeres, porque he visto que muchas veces los frenos los pone la propia mujer, asumiendo el papel secundario que le adjudica la tradición. ¡Tenemos que lanzarnos en busca de nuestros sueños!".

Si ella no lo hubiera hecho, estaría al frente de la farmacia que heredó de su abuela. Pero un máster en Harvard dio un giro a su vida. "Cambié una existencia estable por una dedicada a la investigación, apasionante pero llena de incertidumbres, siempre en busca de respuestas, llena de experiencias y personas que te enriquecen".

Acceso igualitario a la salud:

  • Rosa Bermejo: "Uno de nuestros retos es curar el cáncer de mama"

  • Directora Gerente del Hospital Universitario Infanta Sofía de Madrid

La Organización Mundial de la Salud (OMS) concluía en un reciente informe que la salud de los españoles es "extremadamente buena". Sobre todo la de las mujeres, cuya elevada esperanza de vida (85,5 años) las sitúa como las más longevas. La dieta y el estilo de vida tienen mucho que ver, pero según la dra. Rosa Bermejo también ha influido el acceso a los recursos sanitarios y los avances médicos, en unas décadas en las que también ha crecido espectacularmente la presencia de mujeres sanitarias.

Cuando estudiaba, "solo el 20% éramos mujeres. Ahora, en este hospital, el 84,9 % son mujeres". Ese colectivo ha participado en avances como que España sea el tercer país europeo más efectivo en los tratamientos de fertilidad. "Entre el 2 y el 3 % de los nacimientos se deben a estas técnicas" señala Bermejo, quien recuerda también otros avances, como la preservación de la fertilidad en mujeres con cáncer o la selección embrionaria ante enfermedades hereditarias.

Pero aún quedan metas retos por cumplir. "Vienen marcados por el envejecimiento de la población y la prevención de las enfermedades que lo acompañan: cardiovasculares, neurodegenerativas, musculoesqueléticas...", dice la doctora, que cree que en hay que sumar otro objetivo de toda la sociedad: curar el cáncer de mama. "Es el tumor más frecuente en mujeres occidentales.

En España, se diagnostican 25.000 nuevos al año. Una de cada ocho mujeres lo tendrá a lo largo de su vida". La buena noticia es que "casi el 80% se curan". Mientras la medicina avanza, sobre la mesa hay otro desafío: que los recortes no pasen factura. "Hay que priorizar según la gravedad o la repercusión en la vida de los pacientes", afirma.

Oportunidades laborales

  • Adela Cortina: "Ciudadanos, empresas y políticos deben trabajar juntos"

  • Catedrática de Ética y Filosofía Política de la Universidad de Valencia y académica de Ciencias Morales y Políticas

Si aplicáramos la lógica a la realidad, habría varios datos que, a primera vista, no tendrían explicación. Por ejemplo, que ellas tienen más estudios y ellos más trabajo, como sucede en la mayoría de los países de la OCDE. O que las europeas cobremos un 16,4% menos por hora trabajada, cifra que en España llega al 19,3%. Para Cortina, no hay nada de ético en esta realidad. ¿Es una utopía la igualdad de oportunidades laborales? "No me gusta la palabra "utopía", quiere decir "no-lugar", y creo que la igualdad de oportunidades va a tener lugar, porque la desigualdad es injusta.

Además, se ha conseguido mucho en poco tiempo. Hace poco apenas había profesoras o arquitectas, y ahora son mayoría. Es más difícil en áreas que exigen mayor competitividad, como el de la empresa. Lo importante es trabajar para llegar a la igualdad y que se extienda a todos los países", dice. Ella fue la primera mujer en la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas. De eso hace ocho años y solo Araceli Mangas ha aumentado el cupo.

La responsabilidad de las empresas es indispensable para una sociedad justa

Adela Cortina

"Nos hemos propuesto trabajar para que aumente el número, porque es una desproporción increíble que no responde a la realidad social". Para que hombres y mujeres tengan las mismas oportunidades, propone desde educar en la igualdad hasta que "varones y mujeres compartan el trabajo doméstico y la atención a niños, enfermos o ancianos, de modo que las parejas se organicen con trabajos parciales o de larga duración. Si no es así, la discriminación es inevitable y no solo los salarios son bajos, también las jubilaciones", afirma.

En ese escenario, "la responsabilidad de las empresas es indispensable para una sociedad justa. Necesitamos empresas que creen trabajo, produzcan riqueza material e inmaterial, cuiden de la sociedad y respeten el medio ambiente. Una empresa ética es un bien público; una empresa inmoral es una mala empresa. Sin el trabajo conjunto de ciudadanos, políticos y empresas no tendremos sociedades justas".

21 de marzo-19 de abril

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Como elemento de Fuego, los Aries son apasionados y aventureros. Su energía arrastra a todos a su alrededor y son capaces de levantar los ánimos a cualquiear. Se sienten empoderados y son expertos en resolver problemas. Pero son impulsivos e impacientes. Y ese exceso de seguridad en sí mismos les hace creer que siempre tienen la razón. Ver más

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