Reducir arrugas, minimizar líneas de expresión, dar luminosidad a nuestra piel y unificar su tono, mejorar su textura y cerrar los poros… Suena a fórmula mágica, pero hay un activo antiedad que reúne todos estos beneficios:

Reducir arrugas, aportar luminosidad, mejorar la textura de la piel… El retinol es el sérum definitivo antiedad

el retinol. En concreto, hablamos de las cápsulas monodosis de Elizabeth Arden, un sérum que tienes que incluir sí o sí en tu rutina de noche ‘beauty’ para combatir definitivamente el envejecimiento de la piel.

En esta sencilla guía te explicamos paso a paso cómo debes aplicar el retinol encapsulado para lucir una piel perfecta. Recuerda que es un sérum, por lo que debes aplicarlo con la cara limpia:

Las cápsulas de Elizabeth Arden recogen una dosis única; de este modo sabremos qué cantidad utilizar, haciendo que no desperdiciemos producto de manera innecesaria. Además de su obvia comodidad, este formato cuenta con otra ventaja: al ser el retinol un compuesto muy sensible al aire y a la luz, las cápsulas mantienen aislado el producto y consigue aumentar su eficacia hasta un 76% más.

Dicho esto, basta con que abras la cápsula girando la pequeña lengüeta un par de veces y vacíes la mitad de su contenido sobre tus dedos. Mézclala brevemente con las yemas de tus dedos, verás que tiene una textura muy sedosa.

Divide la cara en tres partes: empieza aplicando el producto en la zona de la frente, continúa por las mejillas y termina en la parte del óvalo facial.

Al aplicar el producto, hazlo a suaves toquecitos desde dentro hacia fuera. Puedes esperar unos segundad para asegurar la completa absorción del producto sobre tu piel.

Por último, vacía la mitad restante de la cápsula y aplica el producto sobre cuello y escote.