La disputa entre Antonio Banderas y Melanie Griffith semanas antes de la boda de su hija Stella, la posible razón de que la actriz no se haya dejado ver

Efectivamente: la bodega Abadía Retuerta resultó una verdadera fortaleza, capaz de hurtar de miradas y objetivos a los invitados que acudieron a la boda de Stella del Carmen, la hija de Antonio Banderas y Melanie Griffith. Sí hubo algún testimonio gráfico de la presencia de invitados anónimos, pero de la familia de la novia ni rastro. Menos mal que su padre quiso brindar con los periodistas y dejarse inmortalizar con esmoquin y champán. De su ex, sin embargo, no vimos ni su sombra.

Fue, admitámoslo, decepcionante. La posibilidad de recibir a Melanie Griffith y su famosísima hija Dakota Johnson en España no es remota, gracias a la residencia en Málaga de Antonio Banderas, pero sí muy difícil. Y, además, madre e hija comparten ese brillo especial de las estrellas de Hollywood, un atractivo irresistible incluso en España. ¿Por qué no hubo ni una fotografía que las inmortalizara, de punta en blanco, en la boda de su hija en Valladolid? ¿Cómo lograron pasar completamente inadvertidas?

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La invisibilidad de Melanie Griffith y su hija mayor, Dakota Johnson, puede ser otra medalla para Abadía Retuerta, una bodega de lujo que ha probado con creces que es capaz de albergar una celebración con invitados de máximo nivel en condiciones de discreción absoluta. El blindaje en Valladolid ha sido máximo, aunque los invitados sí filtraron alguna que otra fotografía de la ceremonia y posterior celebración. Con todo, ni rastro de la madre de la novia ni de su hermanastra.

Es cierto: en realidad no vimos a ningún invitado famosísimo. De hecho, supimos que las dos hijas de Barack y Michele Obama, Malia y Sasha Obama, estuvieron en la abadía del siglo XII Abadía Retuerta LeDomaine donde se casaron Stella del Carmen y Alex Gruszynski. Pero no hubo foto, claro. Entendemos que los novios eligieron precisamente ese lugar de Valladolid por ofrecer la posibilidad de una intimidad total. Sin embargo, esperábamos que Melanie quisiera, al menos, hacer alguna declaración para mostrar su felicidad.

¿Por qué fue Antonio Banderas el único que se acercó a los periodistas para brindar por la felicidad de su hija? A los efectos, él fue la cara amable de la boda de Stella del Carmen, quizá responsabilizándose de la curiosa popularidad que su hija tiene en España. No solo le vimos con su elegante esmoquin, sino que también permitió que le fotografiaran mientras tomaba su avión privado de vuelta a Málaga. En cambio, ninguno de los invitados VIP que llegó a Abadía Retuerta en helicóptero hizo lo mismo.

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Sabemos que la relación entre Antonio Banderas y Melanie Griffith es excelente, prueba de que la ruptura tras 18 años de matrimonio con terminó del todo con su mutuo afecto. Aún así, ella quiso borrarse el tatuaje con el nombre de Antonio y un corazón que llevaba en el hombro, mientras que él no se ha cansado de insistir en todos estos años que ella continúa siendo su familia y «la mejor amiga que tengo». Intuimos que el divorcio fue más difícil para ella que para él.

Con la boda de Stella del Carmen con Alex Gruszynski, algunas tensiones, por llamarlas de alguna manera, entre Antonio Banderas y Melanie Griffith han salido a la luz. Las desveló la revista estadounidense National Enquirer, gracias a una fuente próxima a la familia. Parece que la actriz deseaba participar de manera muy intensa en los preparativos de la boda de su hija, tanto que llegó a «volver locos» con su insistencia a padre e hija. «Incluso deseaba organizarles la luna de miel a los novios», desveló la publicación.

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«A Antonio no le hace gracia que le despierte en mitad de la noche porque se le ha ocurrido una idea para la boda», desveló a National Enquirer esta fuente. «Melanie se considera a sí misma una organizadora de bodas, pero en realidad lo que está haciendo es poner a todo el mundo de los nervios con sus ocurrencias y una innecesaria preocupación. Es demasiado tanto para Antonio como para Stella», subrayó dicha fuente. Según el relato de esta publicación, Antonio Banderas pidió a Melanie Griffith que se calmara por el bien de todos, aunque padre e hija entendían el nivel de excitación de la actriz.

«Melanie no quiere molestar, solo pretende que todo sea perfecto en el día de la boda de su hija. Stella sigue siendo su pequeña», declaró esta fuente anónima a la revista estadounidense. Podemos imaginar que la novia regaló a sus invitados VIP la máxima privacidad, pero cabe pensar que su madre, tras haber tenido que pisar el freno con la boda, decidiera retraerse de todo protagonismo y dejarle el 'spotlight' a su ex, Antonio Banderas. ¿Su pequeña venganza por no haber podido aportar todo lo que hubiera deseado?

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